miércoles, 24 de septiembre de 2008

CINISMO ESPELUZNANTE


El día de ayer comparecieron ante el pleno de la Cámara de Diputados el aún Secretario de Gobernación JC Mouriño y sus sicarios más cercanos Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora. No informaron nada nuevo y se dedicaron al onanismo político de evadir las preguntas de los diputados. No es tampoco nuevo este comportamiento de los funcionarios calderonistas, empleados de un pelele, peleles ellos mismos. Lo verdaderamente relevante del día sucedió después de la comparecencia. A continuación reproduzco aquí la entrada de hoy del blog "De confianza con Fidel", de Fidel Samaniego, tomado de la liga que ofrece El Universal:


De verdad, era cuestión de ver y no creer.
Es más, narigón cronista pensó que Samuel Aguilar, diputado del PRI estaba bromeando, exageraba, cuando a eso de las cinco de la tarde de ayer dijo: “¿Ya viste el piano bar que pusieron los panistas en el vestíbulo de la mismísima Cámara de Diputados?”.
La comparecencia de los secretarios de Gobernación, de Seguridad Pública y del procurador general de la República estaba por llegar a su fin.
No les había ido bien a los funcionarios. Evidentemente nada había que festejar. Varios legisladores del PAN no ocultaban su desánimo, su desaliento por la actitud de los comparecientes, sobre todo en el caso de Juan Camilo Mouriño que se mostró más que cauteloso, poco categórico, sin energía, nervioso.
Pero sí, el vestíbulo del Palacio Legislativo estaba transformado.
Había de un lado, un escenario, con un piano de cola y las sillas, los atriles para los violinistas.
Y al lado, varios sillones negros con cojines dorados, y taburetes, floreros, otros adornos, del mismo color aúreo.
Y mesas altas, sillas de esas que llaman periqueras.
Y se escuchaba por las bocinas una música suave, como en jazz, sensualona.
Pero como para que no quedara duda, una joven, guapa, con su tonito fresilla al hablar, como si tuviera puré de papa en la boca, se me acercó, me preguntó qué me parecía.
-Pues…pues parece… no se si le falte un tubo en medio de los sillones o le sobren los bancos dorados.
-¡Ashhhhh que malo!...¡Obvio no parece table!... la idea es que quede como un barecito rico, un bar lounge de esos padrísimos, que dan a la playa.
Bar lounge a la playa. Pero estábamos en la sede de la Cámara de Diputados, bajo el muro en el que están escritas las palabras de José María Morelos, su idea, su sueño de que las leyes en nuestro país fuesen para moderar la opulencia y la miseria.
Sí, un festejo.
Se les ocurrió rendir homenaje, reconocer a quienes han sido coordinadores de la fracción panista. En un salón de las oficinas del grupo parlamentario colocaron retratos de dichos personajes.
De ellos acudieron Diego Fernández de Cevallos, con una herida en el puente de la nariz. “Me dio un sartenazo” me dijo en broma, se refería a su bellísima y amada novia. Y el siempre amable Ricardo García Cervantes, y José González Morfín, de esos panistas de lucha desde la oposición, de principios. Desde luego no pudo estar Felipe Calderón, tampoco el respetable Gabriel Jiménez Remus, embajador en Cuba. No acudieron, quien sabe por qué, mi amigo Pancho Barrio, ni Carlos Medina Plascencia, ni Antonio Lozano Gracia.
Un festejo después de la comparecencia. Lo encabezó Germán Martínez Cázares. Escucharon música del cuarteto mexicano. Después del breve concierto, aparecieron los meseros, ofrecían copas con tequila, y vino. Por ahí andaba el gobernador de Jalisco, pero no pude ver si brindó como le gusta. El presidente del PAN se fue pronto.
Pero ahí quedaron varias personas más, y de ellas se escuchó el “¡Salud!”, mientras el lugar se llenaba de las canciones grabadas del maestro Armando Manzanero.
Panistas de fiesta. Mientras en Morelia continúa el luto.
Y en el país hay inquietud, temor, y una serie de interrogantes.
¿Falta de sensibilidad?.
¿Tanto les costó llegar a la presidencia de la República y ahora pareciera que están haciendo méritos para dejar el poder Ejecutivo en el 2012?.
Sin duda, están en su derecho de rendir homenaje a sus compañeros, a quienes han sido sus coordinadores parlamentarios, varios de ellos capaces, valientes, honestos, gente de lucha.
Pero…¿no bastaba con un evento sobrio, con discursos y la inauguración de la galería con los retratos de esos personajes?. ¿Pero…qué necesidad?.
Un festejo después de que en el salón de sesiones, de parte de la bancada perredista, de parte, no toda, salieron gritos: “¡Renuncie, renuncie, renuncie!” para el secretario de Gobernación.
“¡Que renuncie ya, ahorita!”• urgió Valentina Batres, de las duras del PRD, mientras uno de sus compañeros regalaba un pequeño busto de Benito Juárez a Mouriño y otros sacaban pancartas, mantas, el enojo.
Sin embargo, el cuestionamiento más fuerte, lo hizo el priísta César Camacho. Les dijo a los secretarios y al procurador: “Deficiencia, demagogia y desorden son tres pinceladas que pintan de cuerpo entero el combate a la delincuencia en esta administración. Es la trilogía del desamparo, ese desamparo sentido por el 60 por ciento de los mexicanos, según una encuesta de ayer”.
Y para rematar, lapidario, manifestó:
“Ya nos enteramos, lo leímos, lo vimos, lo escuchamos, que no van a renunciar. Esto significa que tienen voluntad, aunque por supuesto es insuficiente. Se necesitan cuando menos capacidad y agallas…¿tienen?”.
Y Layda Sansores les preguntó “¿Cuántos muertos, cuanta sangre, cuantas Morelias más?.
Y Aida Arvizu le pidió sinceridad a Juan Camilo Mouriño –“El bombón de Bucareli” le llaman diputadas panistas- le dijo que si a solas, para él, no había pensado que por el bien del gobierno, del presidente, del país, no sería mejor hacerse a un lado.
¿Las respuestas?.
Digamos que… correctas, siguiendo un guión. Inconmovibles, sin conmover.
Respuestas, afirmaciones, expresiones de los funcionarios que no emocionaron, no pusieron de pie a la bancada del PAN como sí lo logró su compañero legislador Cristian Castaño.
Eso lo que vi, lo que les cuento.
¿Qué dicen?.
¿Cómo ven ustedes?.
Es su turno, es su espacio, les toca.
Gracias.

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