lunes, 27 de julio de 2009

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Una simpática versión de Google

DEFINICIONES

"La única función de las predicciones económicas es hacer que la astrología
parezca respetable."


Ezra Solomon

domingo, 26 de julio de 2009

UNA EXPLOSIÓN


... De luz, color y formas.

jueves, 23 de julio de 2009

CALIFICACIÓN

Hubieran sido casi 51, pero El Güilo no opinó.

miércoles, 22 de julio de 2009

FRENTE AL HURACÁN



Cualquiera desearía, soñaría, con que El Presidente abandonara el estilo cantinflesco y pueril con el que suele referirse a la situación económica del país y en general a la vida pública. Ayer reconoció declarativamente una tasa de 9% en el ritmo de decremento económico y un desempleo de apenas 3% durante el año, lo cual es toda una novedad en el discurso. Pero apenas entramos en materia de estrategias y proyectos para enfrentar la devastadora crisis que agobia a los mexicanos y el chocolate se vuelve agua.

Dedicado en los días posteriores a la derrota electoral a realizar viajes internacionales y visitas sorpresa-relámpago a centros bancarios y empresas varias, Calderón no se inmuta ante el vendabal -no olvidemos que ante los barruntos de desequilibrios económicos nos anunció que es un hombre amante de los peligros, de modo que pasado el sorpresivo reconocimiento del fracaso de su política económica (que en realidad es la cínica receta neoliberal de que la mejor política es la que no existe) nos receta de nuevo el padrenuestro ya conocido: “México tiene una enorme oportunidad para posicionarse como un mercado (sic), y como una economía verdaderamente competitiva, capaz de crecer y generar los empleos que necesita.. una enorme estabilidad en variables críticas, como son la inflación y las tasas de interés.. mayor solidez el sistema financiero y bancario. En 1994-1995, el sector bancario mexicano fue una parte medular del problema; hoy puede ser parte de la solución”. Medida consecuente: chatarrización vehicular. Y volvemos a lo mismo, palabras que nadie entiende, pocos escuchan y menos atienden.

Y es que la intención no es asumir la realidad económica y enfrentarla sino obscurecer la vergüenza de la desigualdad social y la derrota en su enfrentamiento militar con el narcotráfico.

Con el respeto que nos imponen las cifras oficiales, el INEGI dio cuenta del veloz avance en la desigualdad económica de la sociedad mexicana en los últimos dos años. Sin considerar el período de la crisis, de octubre de 2008 a estas fechas, los pobres se han vuelto más pobres y más numerosos y los ricos más ricos y mejor atrincherados. Más de 50 millones de compatriotas viven en la pobreza y de ellos casi 20 millones apenas alcanzan a comer, con ingresos menores a 950 pesos mensuales en las áreas urbanas y de 700 en el sector rural, mientras que el 10% de la población se agencia el 39% de la riqueza. Aquí no valen las presuntas fortalezas del sistema financiero ni las tasas de interés, está claro que la inflación en alimentos y el decremento en los ingresos ha creado un abismo social que nos lleva al borde de un estallido social.

En el frente militar, La Familia michoacana, cártel de nueva tradición en el escenario nacional, ha mostrado que la inteligencia, la dureza de las ideas, la organización y la disciplina son la base del éxito de cualquier empresa, hasta la dedicada a la producción y trasiego de drogas. Asentada principalmente en Michoacán, estado natal de El Breve y escenario de su no siempre bien entendida cruzada, la organización criminal muestra con toda claridad las limitaciones del gobierno al centrar su combate al narco en el enfrentamiento militar. La Familia se organiza desde la base con adoctrinamientos eficaces, no en balde un buen número de sus miembros fueron acólitos en iglesias católicas. Los miembros de la Familia siguen un conjunto de reglas que funcionan como autoprotección social, por ello entre sus filas se encuentran empresarios y políticos seguros de su sobrevivencia. La Familia, como Calderón, se encomienda a Dios para hacer sus tropelías y las llevan a cabo con suma pulcritud. El gobierno, con cuatro mil soldados ha capturado a cuatro miembros de La Familia en cuatro días, ignoro cuántos tiros echaron.

Los tiempos políticos de Calderón se agotan. El pleito del PAN por el liderazgo del partido, el avance del PRI en la formulación –o reedición- de propuestas presupuestales, la irritación de los empresarios, el ridículo internacional, la ausencia de rumbo, el gabinete de ignorantes y desconocidos (El Jefe Diego dixit), la crisis económica, el desastre social, el crimen reorganizado, operan en contra de las posibilidades de El Breve de continuar efectivamente al frente del Ejecutivo. No dudemos que esté alistándose para hacer menos que lo hecho hasta ahora –prácticamente nada- en el trienio que le resta cobrando como presidente. Tampoco dudemos del alcance de la catástrofe que tenemos enfrente.

Por esto, dos sugerencias: juicio de procedencia a Calderón por ineptitud y moratoria a la deuda pública con los bancos privados.

Sea por Dios.

domingo, 19 de julio de 2009

DEL OPIO, DEL PUEBLO Y DE LA RELIGIÓN

Se han dicho tantas cosas acerca de la frase de Marx sobre el opio y los pueblos, que vale bien la pena reproducir lo dicho por el filósofo en el contexto del texto donde apareció escrita. Rolando Gómez (La Jornada Semanal) nos obsequia su propia traducción del inglés del párrafo aparecido en la Introducción a Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, publicada en 1843.


"El fundamento del criticismo irreligioso es: el hombre hace a la religión ;
no la religión al hombre. La religión es, efectivamente, la auto-conciencia y la
autoestima del hombre quien, ya sea no se ha ganado a sí mismo, o se ha perdido
a sí mismo de nuevo. Pero el hombre (der Mensch) no es un ser abstracto, puesto
fuera del mundo. El hombre es el mundo del hombre –el Estado, la sociedad. Este
Estado y esta sociedad producen la religión, la cual es una conciencia invertida
del mundo, porque están en un mundo invertido . La religión es la teoría general
de este mundo; su compendio enciclopédico, su lógica en forma popular, su
point-d'honneur espiritual, su entusiasmo, su sanción moral, su complemento
solemne, y su base universal de consolación y justificación. Es la realización
fantástica de la esencia humana, dado que la esencia humana no posee ninguna
realidad verdadera. La lucha contra la religión es indirectamente, por lo tanto,
la lucha contra ese mundo cuyo aroma espiritual es la religión.

El sufrimiento religioso es, en uno y al mismo tiempo, la expresión de sufrimiento
real y una protesta contra el sufrimiento real. La religión es el suspiro de la
criatura oprimida, el corazón de un mundo descorazonado, el alma (o el espíritu,
der Geist) de una condición desalmada. Es el opio de los pueblos.

La abolición de la religión como la felicidad ilusoria de los pueblos es la
exigencia de su real felicidad. La demanda de abandono de sus ilusiones acerca
de su condición es la demanda de abandonar una condición que requiere de
ilusiones. La crítica de la religión es entonces, en embrión, el criticismo de
ese valle de lágrimas del cual la religión es su santa aureola. "


Muy diferente a lo que generalmente se entiende, ¿verdad?

jueves, 16 de julio de 2009

CRIMEN Y CRISIS


Lo que se ve no se pregunta. El Güilo ha intentado un seguimiento más o menos tortuoso del trabajo del Gobierno Federal encabezado por Felipe Calderón, a quien hemos bautizado como El Breve dada la pequeñez de sus virtudes y perversiones como persona y como presidente de México. En ningún momento he escatimado argumentos y afirmaciones en el intento de mostrar la forma en que el presidente panista ignora sus responsabilidades ante la nación y se comporta como un gerente de comercialización (la producción también le es ajena) de una fábrica cualquiera, quizá una de bebidas de cola como la que representaba Vicente Fox. De la misma manera, he procurado no perder los estribos en la forma de plantear mis desacuerdos y propuestas, por más que, como dice el renombrado panista Diego Fernández de Ceballos refiriéndose al gabinete de Calderón: son unos ineptos y en la mayor de las ocasiones unos perfectos desconocidos. Pues bien, da gusto saber que no estoy solo en esta apreciación, las elecciones del pasado 5 de julio mostraron la opinión del pueblo, ese gran ausente en todas las polémicas y disquisiciones sobre la vida y destino de nuestro país: a Felipe Calderón y a sus estrategias no se les quiere más, no más sangre en las calles y no más crisis económica mal administrada.

Basta de mentiras sobre el alcance y profundidad de la crisis económica. Imposible continuar con los diagnósticos del Dr. Carstens, quien en su más reciente declaración plantea el efecto pelota de la crisis (el gordo piensa que todo es como su condición): vamos a recuperarnos tan rápido como caímos. Si el Gordito hubiera sustentado en la ciencia de la física su afirmación seguramente sería hasta comprobable, pero no, desde el punto de vista de la economía ninguna recuperación es posible mientras el destrozo del capital continúe, como sigue sucediendo en México y en los Estados Unidos. La producción manufacturera, indicador líder del desempeño económico, continúa a la baja, salvo casos de excepción como la Ford en Hermosillo. El desempleo, centro de toda atención en cualquier análisis económico, alcanza cifras inimaginables. Por más que El Breve anuncie –ya en el plano de la comedia de mal gusto- la creación de 20 mil empleos (sic) durante junio, lo cierto es que entre abril y mayo de este año se perdieron más de 100 mil empleos, en lo que va del año poco más de 300 mil y desde octubre del año pasado las personas desempleadas suman más de 600 mil. Sin empleo no hay consumo y sin consumo no hay producción, sin producción no hay recaudación fiscal ni crecimiento ni mucho menos recuperación, hasta para mi querido Watson es elemental la ecuación. A la destrucción de capital hay que agregar la bajísima inversión privada, disminuida en un tercio respecto al año pasado y la baja recaudación fiscal y la escasa venta petrolera y las remesas varadas y veremos que la pelotita de Carstens es sólo un juego cruel de palabras. Lo que está en juego no es un dogma teórico ni un acuerdo camaral sobre el presupuesto federal 2010, somos los mexicanos del diario, de a pie, de carne y hueso los que vamos al precipicio con posibles hambrunas y sufrimientos mayores. Basta de funcionarios hechizos, que Carstens vuelva a su cubil, el Fondo Monetario Internacional, de donde no debió haber salido. Pero en los mentideros se anuncia que este singular personaje pasará a ser el Gobernador del Banco de México, miremos nomás. Dejemos las nimiedades, pidamos lo imposible, detengamos la sangría del erario a favor de los bancos, moratoria a los bancos y reestructuración del IPAB. El dinero público es del pueblo, aunque haya que repetir el pleonasmo.

Por una curiosa jugada del internet cada vez que abro la versión electrónica de La Jornada aparece la portada del 15 de enero de 2007 mostrando la declaración de El Presidente a los 45 días de iniciada su guerra santa al narcotráfico: “Es enorme la satisfacción ciudadana por los operativos”, y el balazo agrega: “Ya hay tranquilidad y certidumbre.” Qué tiempos de ilusión, cuando la ciudadanía lo otorgó al menos el beneficio de la duda a Calderón. Doce mil muertos después, 22 de ellos el mismo día de la pasada elección y 18 el día de ayer más los que sigan de seguir este perverso afán de legitimación de Calderón, legitimidad que no obtuvo en las urnas en 2006 y que definitivamente le fue retirada el 5 de julio de 2009. Detengamos esta atrocidad, el Ejército Mexicano no es la policía, el soldado está entrenado para matar no para prevenir delitos ni aprehender narcotraficantes. La angustia de pobladores de regiones enteras, de comunidades, de caseríos serranos, de ciudades como el puerto de Veracruz, Monterrey, Culiacán, Reynosa, Juárez, no debe continuar. El error está a la vista de todos menos de los capos que acompañan a Calderón en esta aventura digna de Bush: el Procurador General (Abogado de la Nación se le llamó en mejores tiempos) y Genaro García Luna, capo di tutti capo. Al narco se le combate con inteligencia y no sólo con fuerza, pero inteligencia es el más escaso don en este gobierno. Hay que intervenir los bancos y cerrar el drenaje de dinero blanco o por blanquearse, pero la sumisión al dictado financiero es una virtud mayor de El Breve. Es preciso detener el tráfico de armas provenientes de Estados Unidos, a pesar de la enmienda constitucional que lo favorece en aquel país, pero el norte es un ícono en la imaginación economicista de todo el gabinete calderonista. Hay que deshacerse de los funcionarios y policías corruptos, pero ¿quién cierra las puertas de la cárcel? La verdad es que legisladores, académicos, partidos, movimientos sociales deberían exigir el fin de esta ejecución masiva y gratuita de mexicanos.

Continuaremos comentando lo que todos ven, la debacle de un gobierno que arrastra en sus caprichos el destino de los mexicanos.

Salud.

martes, 14 de julio de 2009

Compay Segundo


Recordando a Francisco Repilado Muñoz en el aniversario de su muerte.

lunes, 13 de julio de 2009

Magdalena del Carmen Frida Kahlo Calderón



Un día como hoy pero de 1954 muere la pintora Frida Kahlo, quien fuera figura importante de la plástica a nivel mundial.

miércoles, 8 de julio de 2009

Algo personal

Canción escrita en 1983 pero tremendamente actual:

"Probablemente en su pueblo se les recordará
como a cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.

Probablemente que todo eso debe ser verdad
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan sus banderas.

Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
Tienen doble vida, son sicarios del mal,
entre esos tipos y yo hay algo personal.

Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.

Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verles fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.

Se arman hasta los dientes en nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y la culpa es de otros si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Y como quien en la cosa nada tiene que perder
pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer,
nos ponen la pistola en la cabeza.

Se agarran de los pelos pero, para no ensuciar,
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.

No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Pero eso sí, los sicarios no pierden la ocasión
de declarar públicamente su empeño,
de propiciar un diálogo de franca distensión,
que les permita hallar un marco previo.

Que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,

Donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz."

Joan Manuel Serrat


martes, 7 de julio de 2009

EL DÍA DESPUÉS: MORATORIA A LOS BANCOS


Imposible hacer borrón de lo malhecho y abrir cuentas nuevas. EL Presidente y su grupo de allegados habrán de asumir los costos de la derrota electoral del pasado 5 de julio, nomás que ahora lo harán con un margen de maniobra más estrecho que el de un buque de carga en el canal de Panamá. Están solos. La ciudadanía, esa sombra que todo lo arropa y nadie quiere ver, los juzgó con severidad negándoles credibilidad y recordándoles que la crisis económica está destruyendo al país. El partido en el poder ya reclama a Calderón su accionar sectario y grupuscular en la pasada contienda, tan equivocado que ni en Guanajuato –una de las sedes de El Yunque- pudo el PAN ganar los comicios. Los dueños del capital levantan la voz exigiendo correcciones en el rumbo económico, reconociendo haber perdido la apuesta que hicieron (y pagaron) en 2006 a favor de El Chapo Calderón. Y el PRI, el partido ganador, se dispone a rotular y a circular en Los Pinos las facturas correspondientes. Pobre presidente está más solo que un ejote.

Habremos de estar muy atentos a la reacción de Felipe Calderón, acostumbrado al regaño diario y a los golpecitos en el atril, poseído de un autoritarismo paramilitar y escasamente preparado para las negociaciones políticas. El momento es para un Ejecutivo capaz de dialogar, negociar, atender, entender y desde luego ejecutar; todas ellas facultades ausentes en la persona de El Presidente. Con la mitad de un partido maltrecho y con los aliados momentáneamente mosqueados, Calderón se enfrenta a la necesidad de acordar con el PRI en la Cámara, con López Obrador y la crisis en las calles, con el Consejo Coordinador Empresarial en la política fiscal y con el pueblo en el desastre económico y social. Demasiadas tentaciones para no tomar el camino facilón del autoritarismo, demasiados retos para estar a su altura. Adicionalmente, no parece ser una tradición arraigada entre los políticos mexicanos establecer pactos y alianzas estratégicas ni duraderas puesto que no hay proyecto de nación que las demande. Será el día a día lo que marque los alcances del entendimiento parlamentario. Por el momento les quema el tema presupuestal y pronto los veremos en escena.

Sin embargo, la lección más importante de la elección no es un manual de acuerdos parlamentarios sino la urgente atención a los temas ciudadanos. Más allá del festín priísta y los llantos del PAN y el PRD y los votos nulos y los fraudes de casilla está el agobio aplastante de quienes padecen con mayor dolor la crisis económica, el desempleo que todo lo devasta, la zozobra en que viven los habitantes de las comunidades electas por el gobierno para vivir intervenidas por el ejército, la ausencia elemental de la justicia, la arbitrariedad y soberbia de los administradores del recurso público, el difícil o nulo acceso a los servicios de salud y la falta de esperanza sobre el porvenir. Nada de esto lo dijo nadie el 5 de julio pero es lo que se debe entender. El desplome en la votación panista es la respuesta a la demanda de apoyo para el presidente valiente: no se precisa valentía para cumplir con un mandato popular (así sea el más exiguo), se exigen acciones decididas y prontas para evitar una ruina mayor y una descomposición más profunda de la sociedad. La votación refleja la distancia presente entre los que cobran como representantes del pueblo y las penurias de ese pueblo. Si Calderón y su gabinete decidieron pasar el sexenio mirándose el ombligo entre sí, los diputados y senadores son unos verdaderos desconocidos para los mexicanos, aún para aquellos que con su voto los acomodaron en las curules.

Es la hora de grandes decisiones que eviten mayores derrotas para los mexicanos. No podemos continuar regateando al pueblo de México el bienestar e hipotecando su futuro. Imposible abordar el tema del presupuesto con miras de tendero y querer obtener recursos de los que no los tienen, aumentando los impuestos al consumo y disminuyendo los de la renta. El desahogo completo de la agenda económica está comprometido, las estrategias fiscal y monetaria están agotadas y no pueden ser el apoyo para recuperación ninguna. A grandes males grandes remedios, vamos sobre los que sí tienen, vamos a coger banqueros. Suspendamos la infame sangría que representa el IPAB declarando moratoria a esa deuda impagable y deshonrosa que lleva casi 15 años lastimando nuestro ingreso para favorecer a los banqueros, en tanto los ciudadanos decidimos soberanamente si debemos continuar padeciendo semejante atraco. Abramos la llave grande para buscar una recuperación más pronta. Estamos en las mejores condiciones internacionales para intentarlo. El imperio está postrado, los banqueros son el segmento de clase más despreciado en todo el mundo, los bancos están viviendo el paraíso que Ernesto Zedillo les diseñó y viven ajenos a la necesidad de apalancar el crecimiento económico, el neoliberalismo como teoría y la globalización como ideología han entrado en el túnel del tiempo, los gobiernos sensatos erigen ya las defensas proteccionistas vitales para su mercado interno, Sudamérica ha iniciado un gran movimiento de integración económica regional, el Banco Mundial y el FMI son organizaciones en plena decadencia. En lo interno, una decisión en este sentido abriría el fuego con los dueños del dinero, pero ¿cuánto más fuego pueden lanzarnos si estamos en el fondo? Que los capitales correrían, claro, pero la corrida que llevamos es la mayor después de 1995. Un boicot empresarial sería como la formalización ante notario de una situación de hecho pues la producción fabril está varada. Lo que sí se desataría con gran fuerza es la movilización y el apoyo popular y la velocidad de recuperación de la economía y el bienestar, prácticamente no habría mexicano decente que se opusiera. Son buenos tiempos para abandonar el fantasma del déficit y el trauma de ser ciudadanos de segunda, hagamos nuestro el destino construyendo nuevos paradigmas. Por el bien de México, moratoria a los bancos.

Pero, como escribió Benedetti en La Tregua, en un diálogo en el que el abuelo lapida al nieto que sueña con la revolución: "Para eso se necesitan huevos o estar borracho y ustedes los de la izquierda toman cocacola".

jueves, 2 de julio de 2009

VAMOS A VOTAR


De la retahíla argumentativa acerca del voto nulo, en contra o a favor, me quedo con la observación que hiciera una destacada académica de la UNAM: mi voto fue anulado desde 2006. Me parece definitivo. Sin más vueltas y dramas sobre la dirección en la que influye el voto ciudadano, sin mensajes subliminales o evidentes a la clasepolítica y a los partidos mediante una votación copiosa y diferenciada, el hecho es que el fraude en la pasada elección presidencial dejó a los ciudadanos inermes ante las decisiones de quienes califican el resultado del sufragio. Sin duda es enorme el avance alcanzado en la construcción de instituciones electorales capaces de brindar certeza y transparencia en los delicados procesos de elección. El Instituto Federal Electoral fue elemento clave para que el Partido Acción Nacional accediera de manera legítima y legal al poder presidencial en la triste figura de Vicente Fox en 2000, en lo que significó la cereza de un pastel cuidadosamente elaborado durante la última década del siglo pasado. Fue sobre la base de esta experiencia exitosa en el plano formal, que los mexicanos dejamos en el IFE el manejo de las cifras y resultados de la elección de 2006. Pero nos salieron con domingo siete. Las autoridades electorales manosearon las cifras a favor del candidato de la derecha y ante el tremendo hueco abierto en su credibilidad dejaron la calificación de los resultados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos ministros nos comunicaron oficialmente que el proceso había estado empañado por la ingerencia del Ejecutivo Federal, por la asonada televisiva de los empresarios, por dinero mal habido para las campañas, por un conteo de votos desaseado, pero que como no había forma de medir el impacto de estas acciones en los resultados de la elección daban por bueno el recuento parcial de algunos distritos electorales y con una diferencia mínima de votos a nivel nacional le entregaron el reconocimiento a Felipe Calderón. Así, sin más, cuando lo razonable era contar de nuevo todos los votos y acabar con la rabia y el perro allí mismo los jueces determinaron despojar al electorado de su decisión soberana y anular el esfuerzo de edificación de las nuevas instituciones.

Y una cosa llevó a la otra. Un presidente con semejante carga de ilegitimidad, pero con interés de servir a su país, podría haberse liberado de modo más o menos rápido y ordenado de los compromisos particulares que lo pusieron en el mando supremo de la nación y empujado un proyecto propio, convocando para ello al pueblo y tejiendo fino con los poderosos. Pero Felipe El Breve se entregó de inmediato al despilfarro de lo que no tenía. Antes de cumplir una semana en el despacho lanzó al país al barranco de la militarización. Iluminado con el aura de un santo se lanzó a la cruzada contra el narcotráfico a fuerza de pura bala y aquí estamos todavía, con 12 mil muertos encima y el narco muerto de la risa organizando las elecciones a modo. Íbamos apenas en el recuento y en la discusión sobre quien iba ganando la guerra cuando Calderón emprendió la privatización de Pemex en una iniciativa que en un país diferente al nuestro le hubiera valido la acusación de traición a la patria. Y el discurso se endureció y todos los que no comulgamos con su fe pasamos a ser sus enemigos y las ofensas y agravios presidenciales se sumaron al descontento original de saberlo ilegítimo. En eso estábamos cuando parió la abuela, la crisis mundial del capitalismo nos tocó de frente. No es verdad que la crisis llegó de fuera, afuera estalló pero México tiene al menos tres décadas de lento crecimiento económico y una planta productiva orientada al mercado externo y una política económica de carreta uncida a la bestia del norte. No sólo padecemos el frío que llega del norte, tenemos en casa un hato de funcionarios tan incapaces como soberbios, tan abandonados al canto del dinero como irresponsables. Tardo para reconocer lo que el mundo ya padecía, El Breve comprometió -en uno de esos discursos desgarradores que acostumbra- una recuperación pronta basada en la acción directa del Estado sobre una economía en crisis, con las clásicas y obligadas medidas anticíclicas que imponen una agresiva inversión pública, y centró el poder de la palabra en la construcción de una refinería de petróleo, muy a tono con la derrota en el Congreso de su perversa iniciativa. Bien lo dijo López Obrador: “lleva dos años y no ha pegado un ladrillo, cómo creen que va a construir una refinería”. Es la hora que no está definido el terreno donde se presume habrá algún día una nueva refinería. Del proyecto joya del sexenio, Punta Colonet, nada se puede decir porque nada sucedió.

Felipe Calderón no tomó nunca el camino de las grandes decisiones y abandonó al país a la suerte de los especuladores, regaló una quinta parte de las reservas monetarias al mejor postor y se dedicó de lleno al estrellato televisivo, a la banalidad y el ridículo internacionales y allí lo tomó la influenza y perdimos otra tajada del producto interno bruto. El país está sumido en la más grave crisis económica conocida. No hay horizonte donde descansar la vista. La producción industrial en el suelo, la inversión fija (pública y privada) estancada –si no es que decreciendo relativamente, las remesas de nuestros compatriotas en Estados Unidos en caída, la paridad del peso siguiendo los tembeleques pasos del dólar, el maná petrolero seco por precios bajos y baja capacidad de transformación, el desempleo en niveles espeluznantes, el comercio exterior varado, y la mata dando. Súmele a esto, querido y único lector, la cuestión social (educación, salud, vivienda, derechos individuales, seguridad) y los 48 niños muertos en una guardería subrogada por el IMSS en Hermosillo y por favor no pregunte por qué votaré nulo el 5 de julio. La quiebra de las instituciones a manos de los bandoleros en el poder no deja espacio para deliberar civilizadamente.
No estoy ajeno al reconocimiento del valor del voto, por eso sufragaré. Sé bien el beneficio para los partidos autodenominados de izquierda que trae la decisión de votar por ellos, especialmente en la Cd. de México, donde el Partido de la Revolución Democrática tiene el poder, pero también estoy seguro que si fuera por el PRD la gubernatura de la ciudad ya se le hubiera ofrecido al PAN. Estoy claro que el voto útil es el que merme los resultados del PAN pero el PRI no es garantía de nada. No busco con mi voto sumarme a un movimiento cívico de protesta (y menos convocarlo) contra tanta majadería que vivimos a diario ni quiero enviar mensaje alguno a grupo político ninguno. Anularé mi voto simbólicamente, puesto que está anulado desde hace años. Coincido con Carreño Carlón en su entrega a El Universal de hace tres días, en condiciones de normalidad los resultados de una elección están decididos antes de las campañas. Así es nuestra normalidad.

Vale.

miércoles, 1 de julio de 2009

EL VOTO ÚTIL


Magú, La Jornada. Agradecimientos.