jueves, 25 de noviembre de 2010

ABRACADABRA

Por los tiempos que corren, por la vida que se torna cada día más espesa, por lo que se nos viene y por lo bueno y por todo lo demás, este poema de Silvio vuelto canción siempre me viene bien.

Una mujer
por despecho -o por placer-
enterró en un jardín
un coco seco mojado en carmín.
Luego un rival,
narcotraficando el mal,
escupía con ron
y alfilereaba un feliz corazón.

Yo no se
cómo hay quien malversa la vida
cómo hay quien invoca una hérida
como pueden gastar el amor.
Yo no se
(Como si no faltaran las penas;
como si nos sobraran las cenas
como si diera dicha el dolor.)
Yo no se
si el mal tiempo trae mala fe;
si la desesperación hace blanco
y se cierran los laicos colegios;
si se vuelve al sortilegio
y aprendices de delfín
creen llegar a Merlín.
Yo no se
si el mal tiempo trae mala fe,
pero a mí lo que me embruja es volar
y hechizarme con tus sortilegios:
soy brillante en tu colegio;
subo nota en el amor,
vuelo allí
como al sol
un colibrí.

Abracadabra,
curandera mi palabra,
todo mal pone bien,
sana del odio y vacuna también.
Abracadabra,
siga la pata en su cabra,
girasol, alhelí,
la mariposa besó al colibrí.

sábado, 20 de noviembre de 2010

20 DE NOVIEMBRE



Hoy es el centésimo aniversario de la Revolución Mexicana.

Dadas las penosas circunstancias que vive la Nación se discute si hay algo qué festejar o si el aplastamiento social y económico que la crisis y el mal gobierno nos han dejado son suficiente argumento para dejar los festejos de lado. Quienes mantienen esta última posición no nos dicen qué hacer en lugar de festejar. Hasta un corrido se ha compuesto ya para no festejar el más importante movimiento social y armado de México.

Yo estoy con los que sí festejamos la Revolución Mexicana.

Pero, de ningún modo a escondidas, he de confesar que tengo otro gran y principal motivo de alegría en este particular día. Hoy cumple un año mi nieta Ana Paola y para ella van hoy mis goces y brindis.

El año entrante revisamos lo de la Revolucón (si quieren).

Salud.

sábado, 13 de noviembre de 2010

LOS MERCADERES DEL CONGRESO


Los diputados federales disponen hasta el próximo 15 de noviembre para resolver la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2011 (PEF), enviada a esa Cámara por El Presidente en septiembre pasado. Es deber de los representantes populares aprobar lo elaborado por los economistas del Ejecutivo o introducir los cambios que se consideren necesarios o de plano presentar un nuevo PEF.

Sin embargo lo más previsible es que no hagan nada de esto, sino que sólo intensifiquen la rebatiña en que viven las llamadas voces del pueblo y ofrezcan a la nación un presupuesto inútil para el crecimiento y el desarrollo. Los mercaderes del templo resulta una simpática alegoría frente a este desfalco político que involucra el dinero público, los cargos públicos y el destino del país.

Las condiciones en México han cambiado poco desde el pasado año en que la crisis mundial nos puso en los últimos lugares de crecimiento, competitividad, confianza y educación, por mencionar los más destacados. En cambio escalamos puestos en corrupción, violencia, impunidad, muertes, feminicidios, dilapidación fiscal y demás achaques que nos llevan a un sitio más difícil de remontar que el previo a la crisis.

Uncidos estructuralmente a la economía estadounidense, las previsiones más optimistas nos avisan de un persistente aletargamiento económico durante 2011 en aquella metrópoli. La reacción lógica en el uso del recurso público sería el fomento vigoroso al mercado interno y abandonar la megalomanía exportadora que tanto inflama los discursos oficiales. La inversión en infraestructura es un aspecto central en este esfuerzo, pero los diputados están debatiendo qué gobierno estatal dispondrá de más dinero para construcción de carreteras. Bien sabemos que las carreteras que se pavimentarán son las de las elecciones de 2011 en seis entidades de la República.

Es reiterativa la insistencia en destinar los recursos suficientes para la educación, la ciencia y la tecnología. No hay país emergente que haya mejorado el atraso en que estaba hace 15 años sin haber incrementado el número y calidad de su generación universitaria. En México la población universitaria es menor que varios países latinoamericanos. Y es que no basta con pensar en contar con más instituciones de educación superior, urge relacionar la educación con las condiciones de vida de los estudiantes. Ante esto, los incrementos presupuestales más grandes están en las fuerzas armadas y en general en el rubro de seguridad, aunque los resultados sean 30 mil mexicanos muertos en condiciones hasta ahora desconocidas.

Felipe El Breve, mantiene su cantaleta de un país de sólida economía. Por suerte a este señor ya nadie lo escucha. Hasta el Banco de México nos previene ya sobre la inestabilidad esperada para 2011. El obstáculo más grande para la recuperación económica sigue siendo la capacidad de compra de los mexicanos y el apoyo fiscal para la mediana y pequeña empresas. Nos deslizamos, junto con los gringos, en el tobogán del gran estancamiento, de la deflación producto de una producción que no crece y de una población que apenas vive con el ingreso actual. La promoción del empleo, con programas del Primer empleo semejantes al instrumentado por los japoneses a fines del siglo pasado demanda atención y recursos. Esperar la inversión extranjera es lo mismo que esperar a los Reyes Magos.

No es necesaria mucha imaginación para saber que nada de esto sucederá en la Cámara de Diputados. Todos, menos los fanáticos del lopezobradorismo, sabemos que la izquierda mexicana está en una crisis de la que, para mi modo de ver, nunca ha salido. Tendremos los mexicanos que dar una lucha más amplia por el acceso a las decisiones sobre el presupuesto público. Una movilización ciudadana que abra paso a una formación política del más amplio espectro social es la forma más conocida de hacer a un lado a los que lucran con nuestros intereses y mantienen el país sometido a una oligarquía depredadora.

La respuesta del capitalismo mundial de revertir las pérdidas económicas de los consorcios que generaron la crisis de 2009 es reintegrar a sus ganancias parte de lo perdido por la vía de limitar el crecimiento del salario y restringir las prestaciones que todo Estado moderno ofrece a los ciudadanos. Las protestas en Europa revelan la trascendencia de las intenciones de la poliarquía mundial. No es un fenómeno nuevo, es consustancial al capitalismo incrementar la tasa de explotación ante la menor baja en la tasa de ganancia. Lo interesante es la firme respuesta de los obreros sindicalizados, de los estudiantes, de los productores agrícolas. De allí habremos de obtener lecciones para el caso mexicano.

No será ésta una tarea sencilla ni rápida. Partimos de la convicción de que ya nada detiene la ambición de los hombres en el poder ni la lenidad de los que representan a la sociedad. Comentar el PEF es en estos momentos un asunto que raya en la ingenuidad. Los recursos públicos están al servicio de los recursos privados por intercesión directa de El Presidente y su camarilla y la gestión para distribuir esos recursos entre sus allegados la realizan los diputados y los senadores. La sociedad está marginada de esas decisiones y obligada a acatarlas. El horizonte de una vida digna para todos y de un porvenir económico equitativo y de una vida en paz está cancelado por tiempo indefinido.

Todos los sectores que padecemos estos agravios, que vemos el indecible enriquecimiento de la oligarquía y la facilidad para que los poderosos impongan su voluntad, debemos unirnos en un gran movimiento ciudadano que ponga un alto a la rápida descomposición del país. Vamos por la formación de un Frente de Reconstrucción Nacional que devuelva la esperanza a México.

jueves, 4 de noviembre de 2010

NANAS DE LA CEBOLLA


"Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!"
Pablo Neruda

NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

Este poema fue escrito en prisión y canta el amor de Miguel Hernández por su hijo, de ocho meses.
En abril, el dictador Francisco Franco declaró concluida la guerra y se había terminado de imprimir en Valencia El hombre acecha. Aún sin encuadernar, una comisión depuradora franquista, presidida por el filólogo Joaquín de Entrambasaguas, ordenó la destrucción completa de la edición. Sin embargo, dos ejemplares que se salvaron permitieron reeditar el libro en 1981.

La policía de Salazar lo entregó a la Guardia Civil. Desde la cárcel de Sevilla lo trasladaron al penal de la calle Torrijos en Madrid , de donde, gracias a las gestiones que realizó Pablo Neruda ante un cardenal, salió en libertad inesperadamente, sin ser procesado, en septiembre de 1939. Vuelto a Orihuela, fue delatado y detenido y ya en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid, fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940. Por petición de los más importantes intelectales de habla hispana, se le conmutó la pena de muerte por la de treinta años. Pasó a la prisión de Palencia en septiembre de 1940 y en noviembre al Penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema. Fue enterrado en el nicho número mil nueve del cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante, el 30 de marzo.

Actualmente sus restos mortales reposan en una sepultura del mismo cementerio, junto a los de su mujer Josefina Manresa y su hijo, dicha sepultura, fácilmente identificable, es muy visitada.

¡Viva la poesía de Miguel Hernández!