Fidel "se salió"

Definitivamente. Con todo y el gran respeto que tengo a la revolución cubana y a su dirigente máximo, creo que están salidas las declaraciones de la pasada semana del Comandante Fidel Castro Ruz acerca de la distribución mercantil de productos electrónicos recién aprobada por el actual jefe del Estado cubano, Raúl Castro.

Según las notas periódisticas Fidel objeta el acceso indiscriminado de la población a teléfonos celulares y reproductores de DVD, entre otros aparatos: "La cantidad de dólares que implica —y en parte implicó ya— la venta de cada uno de los productos acumula en manos de las transnacionales tantos ceros, que es ininteligible. Peor todavía: cada uno de ellos será sustituido por otro invento más efectivo y ya no puede siquiera garantizarse el secreto de lo que habla una pareja en el banco de un parque... ¿Tiene algún sentido ese tipo de existencia que promete el imperialismo?” (El Universal, México, 03.04.08).

Y yo me doy, no entiendo. El mejoramiento del bienestar familiar de los cubanos ¿no debe representar ganancias al mentado imperialismo? ¿Y si los DVD se traen de China o de Corea o de cualquier exTigre asiático? Es evidente que no es sólo un problema de engrosar las ganancias del imperialismo, lo que aparece es un asunto claramente ideológico y esa ideología no parece estar hoy en el parecer de los cubanos, quienes han acudido -en las medidas de su pecunio- a comprar felizmente los devices que tan útiles, divertidos y difusores de información resultan.

No. Fidel tiene la responsabilidad de hablar con mucha más cautela sobre las decisiones de su hermano, o de plano hacer mutis. Raúl no podrá dirigir el destino de la isla con un hermano que incomoda las decisiones, hasta las más nimias como la de permitir la entrada de cubanos a los hoteles multiestrellas de la isla o comprarse un móvil. Nomás pensemos en el desmadre que se armará cuando Raúl anuncie la apertura de un mercado interno privado en la queridísima Cuba. No pues.