jueves, 4 de febrero de 2010

LOS HACEDORES DE NOTICIAS O FUERA CALDERÓN


Dicen que en Los Pinos existe una oficina secreta de hacedores de noticias. Algo así como el Ministerio de la Verdad de Orwell. No se sabe si es cierto el dicho, pero sería una gran explicación para el embije informativo del gobierno federal. Y es que los ciudadanos nos confundimos. Por ejemplo, cuando Gómez Mont alza la voz contra las alianzas del PAN no pasan cinco minutos sin que El Presidente diga lo contrario y en diez minutos más César Nava se encarga de desmentir a ambos. Sobre el aterrador asesinato de jovencitos en Cd. Juárez, primero Felipe Calderón regurgitó desde Japón que “duro contra esas pandillas”, al ratito Gómez Mont anunció toda la ayuda para las pandillas (y las para las familias de los pandilleros) y ahora ya no hay pandillas y El Breve nos amenazó con presentar una estrategia integral contra el narco. Todo en un día.

¡Cuánto trabajo tendrán esos amanuenses, estén donde estén! Y es que también les cargan la mano. Tienen que escribir rápido las noticias que van a sustituir la realidad, no vaya a suceder que los mexicanos nos demos cuenta de que algo no está bien en el gobierno federal. Lo de la ocurrencia esa de la "estrategia integral" les puede resultar más sencillo, bastaría con echarle un ojo a la Estrategia Integral para la Prevención del Delito y Combate a la Delincuencia, anunciada el 7 de marzo de 2007 por el propio El Presidente y reescribirla con otro tipo de letra (sugiero Arial, por sobriedad), al cabo nadie la leyó ni nada de lo allí dicho se cumplió. Cosa de seguir inventando.

Pero además los amanuenses deben tener agilidad suficiente para buscar nombres de personas y cargarles alguna responsabilidad. Por lo pronto tuvieron que matar (como en toda telenovela) al principal responsable de la masacre de preparatorianos en Juárez y ya nos dieron nombres de otros responsables y mandaron hacer seis retratos de habladurías, lo que no han podido inventar son los nombres de los estudiantes muertos, ni de chiste. Aunque no siempre es creíble lo que escriben en esa oficinita y eso los ha de estresar. El año pasado tuvieron que cargarles acusaciones graves a varios funcionarios del gobierno de Michoacán y alcaldes diversos de la misma entidad y así poder encarcelarlos unos días antes de las elecciones intermedias. Ahora los amanuenses están trabados y no pueden darnos una explicación de por qué ya salieron libres todos y menos escribir una disculpa para que Gobernación la lea o ya de perdis García Luna se entere de que se cometió una atrocidad política. Luego uno se pregunta ¿así habrá sido lo de las granadas del 15 de septiembre antepasado en Morelia? ¿Serán realmente culpables los encarcelados?

A veces creo que ese grupo de escribanos está especializándose en varios temas. Porque no es posible que aborden todos juntos las mentiras diarias y sus ajustes durante el día sobre asuntos tan diversos como la economía, la sociedad, la salud, la educación, la política. No, deben estar especializados. Por ejemplo, las vaciladas que Felipillo contó en Davos a un desconocido grupo de empresarios sobre las reformas que darán acceso a la inversión privada en el petróleo mexicano no pueden confundirse con lo que el mismo El Presidente dijo sobre la ayuda a Haití: que somos líderes en esos apoyos porque somos el país latinoamericano con “más infraestructura y capacidad logística”. Por algo los barcos con víveres y medicamentos están saliendo de Manzanillo, porque nuestra lógica logística es darle la vuelta al continente por algún estrecho, bien por Behring, bien por Magallanes, o cruzar divertidamente el Canal de Panamá. Pero los amanuenses saben poco de geografía.

Aparte está lo de los matrimonios gay. El Breve ordena a la PGR demandar la inconstitucionalidad de lo debidamente acordado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal sobre los matrimonios homosexuales y su capacidad de adoptar hijos. Los amanuenses lo escriben de inmediato y lo mandan publicar. Luego las organizaciones civiles y los abogados de verdad informan que no hay una sola letra en la Constitución Política Mexicana que diga algo en contra del matrimonio entre homosexuales, lo que nulifica el pleito constitucional, y Ebrard señala que lo de Calderón es santurronería barata. El Breve sigue alegando lo de la inconstitucionalidad, que por algo es abogado de la Libre de Derecho, y ya todo el tema se vuelve un panal para los pobres hacedores de noticias. Uf.

Lo que me tiene en ascuas es la manera en que se escribirá lo que muchas voces ya repiten con altisonancia: ¡Fuera Calderón! Los amanuenses podrían volverse locos con semejante verdad. Imaginemos al de Gobernación vociferando con los artículos de la Constitución donde se establece que el período de un presidente es de seis años (durísimo argumento). O bien al señor Nava, tan jovial y propio él, argumentando que los resultados de la encuesta del día, que indica que nadie quiere a Felipillo, son un fraude del PRD. El senador Madero convocaría al pleno de esa cámara para votar si Calderón se va o se queda y la asociación de abogados católicos inconfesos señalará alguno de los diez mandamientos que explique la inocencia de El Presidente. El Cordero de Hacienda entraría en contrición porque semejante demanda espantaría la caudalosa inversión extranjera que con tanto trabajo Felipillo nos consigue en su eterna cruzada internacional. Pobres escribanos, ya ni el pueblo tendría tantas tribulaciones.

Para mí que ni los hacedores de noticias pueden detener el desbordado río del hartazgo social en que nos ahoga Felipe Calderón. Los afluentes escurren vigorosos: los mineros de Cananea, los padres de la Guardería ABC en Hermosillo, los trabajadores del SME, los mineros de Pasta de Conchos, los pobres del país, los homosexuales y lesbianas, los ricos del país, los panistas, los padres en Cd. Juárez. Son muchos y con seguridad serán más.

Me sumo jubiloso al sentir de muchísimos mexicanos: ¡Fuera Calderón!

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