XVII
En un momento estoy solo: tu allá abajo
te ajetreas en torno de mi cosa,
delicada y voraz, dulce y fogosa,
embebida en tu trémulo trabajo.
Toda fervor y beso y agasajo
toda salivas suaves y jugosa
calentura carnal, abres la rosa
de los vientos de vértigo en que viajo.
Mas la brecha entre el goce y la demencia,
a medida que apuras la cadencia,
intolerablemente me disloca,
y al fin me rompe, y soy ya puro embate,
y un yo sin mí ya tuyo a ciegas late
gestándose la noche de tu boca.
Tomás Segovia
domingo, 21 de febrero de 2010
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2 comentarios:
te faltó el XVI bis de los sonetos
Vamos de corrido hacia el XX.
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