miércoles, 18 de marzo de 2009

SALIENDO DE LA POBREZA


El Banco Mundial ha publicado recientemente un trabajo sobre las alternativas a la pobreza en países como el nuestro, donde el tema es determinante para cualquier objetivo de crecimiento económico y desarrollo que se piense perseguir en estos momentos angustiosos de crisis financiera y económica.

Se trata de un estudio, el más reciente y completo sobre la pobreza llevado a cabo desde la publicación de La voz de los pobres, en 2000. El trabajo se realizó en 15 países de África, Asia oriental, Asia meridional y América Latina, e incluyó entrevistas a más de 60.000 personas; nada de lo cual nos garantiza que sea plausible o exitosa su aplicación, sobre todo pensando que el Banco Mundial es el principal articulador del Consenso de Washington, es decir, de las directrices económicas más duras que obligaron a la mayoría de los gobiernos latinoamericanos a conducir el desarrollo hacia un callejón sin salida. Veamos las novedades.

En el estudio se afirma que es necesario reorientar las estrategias de reducción de la pobreza para aumentar las oportunidades económicas, sociales y políticas en las comunidades donde viven los pobres, por ejemplo, proporcionando conocimientos prácticos sobre la actividad empresarial, suministrando acceso básico a la educación y la atención de salud, y mejorando la gestión de los asuntos públicos locales.

Algunas de la conclusiones son de un tenor ya conocido pero que quizá no haya sido suficientemente explorado. Por ejemplo se dice que la laboriosidad y la confianza en uno mismo pueden contribuir en gran medida al progreso de una persona, pero no pueden compensar la falta de oportunidades económicas ni eliminar los obstáculos que impiden el acceso a las oportunidades en las comunidades donde vive la población pobre.

Los esfuerzos también deben dirigirse a evitar, en primer lugar, que las personas caigan en la pobreza cuando se ven obligadas a vender sus bienes o a endeudarse para afrontar una enfermedad, el desempleo, un desastre natural o, más recientemente, el impacto de la crisis financiera mundial. Se necesitan nuevas estrategias para aumentar la capacidad de recuperación de esas personas mediante programas de seguridad social y seguro médico, así como para mejorar el acceso al crédito, los mercados locales y los proyectos de infraestructura.

Otras cuestiones salientes y recomendaciones señaladas en Moving out of Poverty: La mayoría de las personas pobres consideran que los mercados funcionan y quieren hacer negocios en pie de igualdad y en condiciones justas. La mayoría de las personas pobres valoran la democracia, que equiparan con la libertad de votar, pensar, expresarse, circular, protestar y trabajar. A la hora de señalar la institución que más ayuda a las personas a acumular bienes, la familia fue la que se mencionó con mayor frecuencia. El microcrédito puede ayudar a los pobres a subsistir día a día, pero para sacarlos de la pobreza se necesitan créditos más grandes, que les permitan ampliar sus actividades productivas y, por ende, aumentar sus bienes. Los esfuerzos por reducir la pobreza necesitan una "liberalización desde abajo" que comprenda: o la eliminación de la regulación restrictiva impuesta por los gobiernos; o la ampliación del acceso a los mercados, en especial facilitando las conexiones mediante caminos, puentes y teléfonos, y/o la integración de las empresas de las personas pobres en nuevos modelos económicos, en condiciones más justas.

Nada de lo anterior es novedoso en sí mismo, la valía del estudio radica en rescatar las dimensiones en que la pobreza alcanza soluciones prácticas en un momento en que la economía mundial transita por el peor de los mundos. Es la familia, el entorno de la comunidad, la iniciativa personal y la conformación de una estrategia de política económica, las fuerzas que podrían apoyar una recuperación de los más pobres o al menos detener una catástrofe mayor. Nada nuevo, sólo la limitante estructural de un gobierno como el mexicano, postrado y ausente de iniciativa que no sea el control de las variables macroeconómicas y la sumisión completa al capital y sus dueños. Sólo algo en lo que reflexionar para aquellos que verdaderamente necesitamos encontrar nuestras propias salidas a esta crisis sin fondo visible.

Sea por Dios y venga más.

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