sábado, 13 de noviembre de 2010

LOS MERCADERES DEL CONGRESO


Los diputados federales disponen hasta el próximo 15 de noviembre para resolver la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2011 (PEF), enviada a esa Cámara por El Presidente en septiembre pasado. Es deber de los representantes populares aprobar lo elaborado por los economistas del Ejecutivo o introducir los cambios que se consideren necesarios o de plano presentar un nuevo PEF.

Sin embargo lo más previsible es que no hagan nada de esto, sino que sólo intensifiquen la rebatiña en que viven las llamadas voces del pueblo y ofrezcan a la nación un presupuesto inútil para el crecimiento y el desarrollo. Los mercaderes del templo resulta una simpática alegoría frente a este desfalco político que involucra el dinero público, los cargos públicos y el destino del país.

Las condiciones en México han cambiado poco desde el pasado año en que la crisis mundial nos puso en los últimos lugares de crecimiento, competitividad, confianza y educación, por mencionar los más destacados. En cambio escalamos puestos en corrupción, violencia, impunidad, muertes, feminicidios, dilapidación fiscal y demás achaques que nos llevan a un sitio más difícil de remontar que el previo a la crisis.

Uncidos estructuralmente a la economía estadounidense, las previsiones más optimistas nos avisan de un persistente aletargamiento económico durante 2011 en aquella metrópoli. La reacción lógica en el uso del recurso público sería el fomento vigoroso al mercado interno y abandonar la megalomanía exportadora que tanto inflama los discursos oficiales. La inversión en infraestructura es un aspecto central en este esfuerzo, pero los diputados están debatiendo qué gobierno estatal dispondrá de más dinero para construcción de carreteras. Bien sabemos que las carreteras que se pavimentarán son las de las elecciones de 2011 en seis entidades de la República.

Es reiterativa la insistencia en destinar los recursos suficientes para la educación, la ciencia y la tecnología. No hay país emergente que haya mejorado el atraso en que estaba hace 15 años sin haber incrementado el número y calidad de su generación universitaria. En México la población universitaria es menor que varios países latinoamericanos. Y es que no basta con pensar en contar con más instituciones de educación superior, urge relacionar la educación con las condiciones de vida de los estudiantes. Ante esto, los incrementos presupuestales más grandes están en las fuerzas armadas y en general en el rubro de seguridad, aunque los resultados sean 30 mil mexicanos muertos en condiciones hasta ahora desconocidas.

Felipe El Breve, mantiene su cantaleta de un país de sólida economía. Por suerte a este señor ya nadie lo escucha. Hasta el Banco de México nos previene ya sobre la inestabilidad esperada para 2011. El obstáculo más grande para la recuperación económica sigue siendo la capacidad de compra de los mexicanos y el apoyo fiscal para la mediana y pequeña empresas. Nos deslizamos, junto con los gringos, en el tobogán del gran estancamiento, de la deflación producto de una producción que no crece y de una población que apenas vive con el ingreso actual. La promoción del empleo, con programas del Primer empleo semejantes al instrumentado por los japoneses a fines del siglo pasado demanda atención y recursos. Esperar la inversión extranjera es lo mismo que esperar a los Reyes Magos.

No es necesaria mucha imaginación para saber que nada de esto sucederá en la Cámara de Diputados. Todos, menos los fanáticos del lopezobradorismo, sabemos que la izquierda mexicana está en una crisis de la que, para mi modo de ver, nunca ha salido. Tendremos los mexicanos que dar una lucha más amplia por el acceso a las decisiones sobre el presupuesto público. Una movilización ciudadana que abra paso a una formación política del más amplio espectro social es la forma más conocida de hacer a un lado a los que lucran con nuestros intereses y mantienen el país sometido a una oligarquía depredadora.

La respuesta del capitalismo mundial de revertir las pérdidas económicas de los consorcios que generaron la crisis de 2009 es reintegrar a sus ganancias parte de lo perdido por la vía de limitar el crecimiento del salario y restringir las prestaciones que todo Estado moderno ofrece a los ciudadanos. Las protestas en Europa revelan la trascendencia de las intenciones de la poliarquía mundial. No es un fenómeno nuevo, es consustancial al capitalismo incrementar la tasa de explotación ante la menor baja en la tasa de ganancia. Lo interesante es la firme respuesta de los obreros sindicalizados, de los estudiantes, de los productores agrícolas. De allí habremos de obtener lecciones para el caso mexicano.

No será ésta una tarea sencilla ni rápida. Partimos de la convicción de que ya nada detiene la ambición de los hombres en el poder ni la lenidad de los que representan a la sociedad. Comentar el PEF es en estos momentos un asunto que raya en la ingenuidad. Los recursos públicos están al servicio de los recursos privados por intercesión directa de El Presidente y su camarilla y la gestión para distribuir esos recursos entre sus allegados la realizan los diputados y los senadores. La sociedad está marginada de esas decisiones y obligada a acatarlas. El horizonte de una vida digna para todos y de un porvenir económico equitativo y de una vida en paz está cancelado por tiempo indefinido.

Todos los sectores que padecemos estos agravios, que vemos el indecible enriquecimiento de la oligarquía y la facilidad para que los poderosos impongan su voluntad, debemos unirnos en un gran movimiento ciudadano que ponga un alto a la rápida descomposición del país. Vamos por la formación de un Frente de Reconstrucción Nacional que devuelva la esperanza a México.

2 comentarios:

Miyita dijo...

Creo que en latinoamerica nuestros congresos son otro lugar común.
Besitos y abrazos muchos.

el güilo dijo...

Muchos abrazos. Espero que la hayas pasado muy bien, qué bueno que ya estés de regreso.