sábado, 31 de enero de 2009

PRESENCIA DE MÉXICO

Estos personajes no necesitan mayores comentarios. Agradecimiento a Helguera y La Jornada.

miércoles, 28 de enero de 2009

¡POR FIN!

Ya se supo que el del catarrito es el propio gordito de Hacienda

martes, 27 de enero de 2009

GRANDES DECISIONES


El día de hoy El Presidente Calderón anunció una disminución del 75% (!!) en el aumento del precio del diesel. Por un momento creí entender que el precio bajaría en esa proporción pero no, lo que baja es el aumento del precio, mismo precio que no dejará de aumentar. Tan sesuda, cuidadosamente pensada y trascendente decisión significa en pesos y centavos que si el diesel subía cuatro pesos en un mes ahora subirá uno. (Aplausos grabados). Realmente es enano de tiempo completo este señor, y como no hay enano sin ego grande, hizo la tremendísima declaración con un pie en el estribo para volar a Davos, a la reunión de los gobiernos atribulados de los ricos del mundo, a donde no tiene nada que hacer más que pedir limosna bajo la modalidad de solicitar inversión extranjera. Hay que señalar que sólo dos presidentes de América Latina van a Davos. Adivine usted mi querido y dilecto lector.. Álvaro Uribe y El Chapo Calderón. Uribe es un servil seguidor de los EU, quienes tienen intervenda Colombia mediante el Plan Colombia, es asesino de indígenas e invasor militar de Uruguay en el affair FARC-Betancourt (ya hay guión de cine para tan espectacular invasión); El Chapo espera ansioso la llegada de los dólares que le prometió EU para la Iniciativa Mérida acordada con Bush y que en realidad es el Plan México. Ellos se juntan. Sin embargo, hay cinco presidentes latinoamericanos que participarán en el Foro Social que alterna y debate contra el de Davos.

Mantendré viva la esperanza de un México mejor.

lunes, 26 de enero de 2009

El infierno de Calderón


Se encuentran Felipe Calderón, George Bush y la reina de Inglaterra en el infierno.  Bush le contaba a la reina de Inglaterra que había un teléfono rojo en el infierno y que iba a hablar con el diablo para pedirle autorización para usarlo.  Rápidamente fue y le pidió al diablo permiso para hacer una llamada a los Estados Unidos para saber cómo se quedaba el país después de su partida.  El diablo le concedió la llamada y habló durante 2 minutos.  Al colgar el diablo le dijo que de su llamada eran 3 millones de dólares; Bush hizo un cheque y la pagó.

Al enterarse de esto, la reina de Inglaterra quiso hacer lo mismo y llamó a Inglaterra durante 5 minutos y el diablo le pasó la cuenta de 10 millones de euros y la reina pagó.

Felipe Calderón también sintió ganas de llamar a México para ver cómo había dejado el país y habló por 3 horas.  Cuando colgó, el diablo le dijo que era un peso.  Calderón se quedó atónito, pues había visto el costo de las llamadas de los demás y preguntó por qué era tan barato llamar a México.... Y el diablo le respondió: "Mira cabrón, con el fraude mediante el cual te hiciste presidente, con las reformas que aprobaste, tus nuevas políticas, tu inexperiencia, el desempleo, las pendejadas de tus secretarios de Estado y el costo de la vida, dejaste a México convertido en un verdadero infierno... y, de infierno a infierno, la llamada es local".

(cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia)

sábado, 24 de enero de 2009

CANTINFLEANDO CON DINERO AJENO


“Esperamos poder armar una buena agenda y seguir impulsando estas reformas hacia delante, de tal forma que cuando esta crisis se supere, y podemos estar seguros que se va a superar, podamos llegar a esas circunstancias con una plataforma mucho más sólida para realmente entrar a un periodo de crecimiento económico mucho más alto y sostenible. Para eso va a ser muy importante que saquemos la casta en estos momentos de dificultad”.

Palabras del gordito Carstens en su anuncio de que con el objeto de aumentar la demanda (leyó usted bien, la demada y no la oferta) interna del país se entregarán a las empresas 400 mil millones de pesos. Estoy al borde del desmayo por el ataque de risa que provoca el gordito de Hacienda con su pompa verbal, amén del daño al erario público mexicano. Sin duda la sintaxis de su tan llena de casta declaración está por debajo de la que tiene Serrat en su canción Algo Personal, refiriéndose a los sátrapas del mundo:


".. propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo,
que garantice unas premisas mínimas
que contribuyan a crear los resortes
que impulsen un punto de partida
sólido y capaz, de este a oeste y de sur a norte,
donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz."

Apenas Cantinflas.

jueves, 22 de enero de 2009

QUE NO LE DIGAN, QUE NO LE CUENTEN

Para poner los pies en la tierra, los dineros a resguardo y evitarnos mayores descalabros.

Artículo publicado hoy en El Universal

Rogelio Ramírez de la O

¿Sólo seis meses de recesión?

Por alguna razón los organismos empresariales están pronosticando que la recesión que hoy sufre México sólo será aguda por seis meses y en el segundo semestre las cosas mejorarán. No es claro por qué los organismos se comprometen con algo tan irrealista.
La crisis estadounidense seguirá marcando la pauta de esta recesión en México, y en Estados Unidos aún falta mucho por empeorar. De ahí que Bank of America, que apenas el 1 de enero selló el acuerdo con su gobierno para absorber a Merrill Lynch condicionado a apoyo gubernamental de 25 mil millones de dólares, ahora menciona querer deshacer esta operación al asustarse por las enormes pérdidas de Merrill. Y solicita al gobierno otros 15 mil millones. Merrill Lynch es por cierto el banco que calificó la economía de México como más sólida que la de Japón, Inglaterra o Brasil.
Tanto este banco como Citigroup y otros se encaminan a una segunda ronda de pérdidas, en realidad una segunda bancarrota, pues la economía real ya comenzó a golpear sus balances no sólo con hipotecas, sino con otros créditos.
Las pérdidas que faltan son enormes:
—quiebras de municipios, golpeados por la caída de recaudación y las pérdidas de ingreso de sus contribuyentes;
—falta de pago de hipotecas hasta hace poco de bajo riesgo;
—quiebra de proyectos de bienes comerciales y desarrollos urbanos;
—quiebras corporativas, en especial las que compraron a otras empresas a precios altos con mucha deuda durante 2006-2007;
—quiebra de más bancos;
—caída de utilidades de empresas activando opciones de seguro contra riesgo de pago en un mercado de dichas opciones de 30 billones de dólares (más de dos veces el PIB de EU).
Y en el resto del mundo:
—riesgos para los bancos europeos en economías de Europa del este;
—estallamiento de burbuja de vivienda en Irlanda y España, con grandes costos fiscales;
—la burbuja de sobreinversión en China, con gran exceso de capacidad y alto desempleo;
—otras burbujas en países del Medio Oriente, especialmente en bienes raíces;
—retiros masivos de los fondos de cobertura, tenedores importantes de acciones y bonos.
El programa económico del presidente Obama no podrá impedir que esta recesión se profundice. Pronto veremos que los 825 mil millones de gasto para dos años son insuficientes.
Con mucha mayor razón las políticas monetaria y fiscal en México no pueden generar una recuperación ni siquiera en 2010. El Banco de México ya comenzó a reducir las tasas de interés y eso está bien. Sin embargo, tendría que tolerar más inflación pues la depreciación del peso va a empujarla.
En cuanto a la política fiscal, es fácil decir para algunos que nuestro déficit fiscal debe aumentar a 5% del PIB para acomodar más gasto público, pero no es realista. La razón es que no habrá financiamiento internacional para este monto. Tanto Estados Unidos como los países europeos van a inundar el mercado con sus emisiones de bonos, tan sólo el primero por cuando menos 2 billones de dólares (más de dos veces el PIB de México).
La única forma hoy factible de utilizar la política fiscal constructivamente es con un poco más de gasto público bien direccionado, pero sobre todo reasignando el gasto burocrático a inversión, vivienda, apoyos a empresas y empleos, y programas sociales. Cuando menos 10% de ese gasto es hoy dispendioso o improductivo en algún grado. El gobierno podría tener 300 mil millones de pesos tan sólo por esta vía. Esto es lo que los organismos empresariales deberían estarle pidiendo que hiciera, antes que pronósticos.

ERROR DE TRADUCCIÓN

Agradecimientos a El Fisgón y La Jornada

miércoles, 21 de enero de 2009

LECTURA OBLIGADA


Discurso de Barak Obama en su toma de posesión.

Me presento hoy ante ustedes con humildad ante la tarea que tenemos por delante, agradecido por la confianza que me otorgan y consciente de los sacrificios realizados por nuestros ancestros.
Agradezco al presidente Bush los servicios prestados a nuestra nación, así como por la generosidad y cooperación mostradas a lo largo de esta transición.
Cuarenta y cuatro estadunidenses han prestado hasta ahora juramento presidencial. Lo han hecho en periodos de prosperidad y en medio de las calmas aguas de la paz. Sin embargo, de vez en cuando el juramento fue pronunciado bajo nubes amenazantes y fuertes tormentas.
En esos momentos, Estados Unidos ha mantenido el rumbo no sólo gracias a la pericia o la visión de sus dirigentes, sino también porque, nosotros el pueblo, mantuvimos la fe en los ideales de nuestros padres fundadores, y fuimos respetuosos de nuestros documentos fundacionales. Así ha sido. Así deberá ser con esta generación de estadunidenses.
Es bien sabido que estamos en medio de una crisis. Nuestra nación está en guerra, contra una amplia red de violencia y odio. Nuestra economía está gravemente afectada, como consecuencia de la avaricia e irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestro fracaso colectivo en tomar las decisiones difíciles y en preparar a la nación para una nueva era. Se han perdido hogares, puestos de trabajo, varias empresas debieron cerrar. Nuestro sistema de salud es demasiado costoso, nuestras escuelas dejan de lado a muchos de nuestros niños, y cada día hay nuevas evidencias de que la forma en que utilizamos la energía fortalece a nuestros adversarios y amenaza a nuestro planeta.
Estos son indicadores de la crisis, basados en datos y estadísticas. Menos mensurable pero no menos profunda es la pérdida de la confianza en nuestro país, alimentada por el temor de que el declive de Estados Unidos es inevitable, y que la próxima generación deberá reducir sus expectativas.
Hoy les digo que los desafíos que enfrentamos son reales. Son graves y numerosos. No serán superados fácilmente o en un corto periodo. Pero sepan esto, estadunidenses, ¡serán superados!
En este día nos reunimos porque elegimos la esperanza en lugar del temor, la unidad de objetivos en lugar del conflicto y la discordia. En este día, proclamamos el fin de las reivindicaciones efímeras y las falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas perimidos, que por demasiado tiempo han lastrado nuestra política.
Seguimos siendo una nación joven, pero como dicen las Escrituras, llegó el momento de dejar de lado los juegos infantiles. Llegó el momento de reafirmar nuestra fortaleza de carácter, de elegir la mejor parte de nuestra historia, de apelar a nuestras virtudes, a esta noble idea transmitida de generación en generación: la promesa dada por Dios de que todos somos iguales, todos somos libres, y todos merecemos la oportunidad de buscar toda la felicidad posible.
Reafirmando la grandeza de nuestra nación, comprendemos que la grandeza nunca está asegurada. Debe ser ganada. Nuestro sendero jamás estuvo hecho de atajos, y nunca nos contentamos con menos. No ha sido el camino para los timoratos, para los que prefieren el placer en lugar del trabajo, o buscan solamente las delicias de la riqueza y la fama.
Por el contrario, han sido los que se arriesgan, los emprendedores, los que hacen cosas –algunos conocidos, pero más frecuentemente hombres y mujeres cuyo trabajo es desconocido–, los que nos impulsaron en el largo y difícil sendero hacia la prosperidad y la libertad.
Por nosotros, recogieron sus pocas pertenencias y viajaron a través de océanos en busca de una nueva vida. Por nosotros, trabajaron en inhóspitos talleres y se asentaron en el oeste, resistieron latigazos y labraron la dura tierra. Por nosotros, lucharon y murieron, en lugares como Concord y Gettysburg; Normandía y Khe Sahn.
Una y otra vez esos hombres y mujeres lucharon y se sacrificaron y trabajaron hasta que sus manos se llenaron de llagas, para que nosotros pudiéramos vivir una vida mejor. Ellos vieron a Estados Unidos más grande que la suma de sus aspiraciones individuales, más grande que todas las diferencias de nacimiento o riqueza o facciones.
Esa es la vía que proseguimos hoy. Seguimos siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando comenzó esta crisis. Nuestras mentes no son menos creativas, nuestros bienes y servicios no menos necesitados de lo que lo eran la semana pasada o el mes pasado o el año pasado. Nuestra capacidad se mantiene intacta. Pero han acabado los tiempos del inmovilismo, de la protección de intereses mezquinos y de la dilación de decisiones difíciles. A partir de hoy debemos levantarnos, sacudirnos la desidia, y recomenzar la tarea de reconstruir el país.
Porque donde sea que miremos, hay trabajo que hacer. El estado de nuestra economía llama a la acción, enérgica y rápida, y actuaremos, no solamente para crear nuevos empleos, sino para sentar nuevas bases para el crecimiento. Construiremos las calles y los puentes, la red eléctrica y las líneas digitales que alimentan nuestro comercio, y que nos unen. Devolveremos la ciencia a su debido lugar, y usaremos las maravillas de la tecnología para incrementar la calidad de nuestro sistema de salud y reducir su costo.
Domaremos el Sol y los vientos y la tierra para alimentar nuestros vehículos y hacer funcionar nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y colegios y universidades para enfrentar los desafíos de la nueva era. Podemos hacer todo eso, y todo eso lo haremos.
Ahora, hay algunos que ponen en duda el alcance de nuestras ambiciones, que sugieren que nuestro sistema no puede generar demasiados planes. Su memoria es corta. Olvidaron lo que este país ya hizo, lo que los hombres y mujeres libres pueden lograr cuando la imaginación se une a un objetivo común, y la necesidad al coraje.
Lo que los cínicos no llegan a comprender es que el suelo se ha abierto bajo sus pies, que los viejos argumentos que tanto tiempo se nos impuso ya no tienen validez. La cuestión que ahora nos planteamos no es si nuestro gobierno es demasiado grande o demasiado pequeño, es saber si funciona, si ayuda a las familias a hallar trabajo y sueldos decentes, a tener cuidados médicos asequibles, y una jubilación digna. Cuando la respuesta sea afirmativa, seguiremos adelante. Cuando sea negativa, pondremos fin a esos programas.
Y a quienes entre nosotros manejamos el dinero público se nos debe pedir cuentas –para gastar de forma sensata, acabar con los malos hábitos y ser transparentes–, porque sólo entonces podremos restaurar la vital confianza entre el pueblo y su gobierno.
Tampoco se trata de preguntarse si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y extender la libertad es incomparable, pero esta crisis nos ha recordado que, sin una atenta vigilancia, el mercado puede descontrolarse, y que una nación no puede ser próspera cuando sólo favorece a los más ricos.
El éxito de nuestra economía no ha dependido solamente de la importancia de nuestro producto interno bruto, sino también de nuestra prosperidad; de nuestra capacidad para ofrecer oportunidades a quienes lo desean, no por caridad, sino porque es el camino mas seguro para alcanzar el bien común.
Para nuestra defensa común, rechazamos por falsa la opción entre nuestra seguridad y nuestros ideales. Nuestros padres fundadores, que se enfrentaban a peligros difícilmente imaginables, elaboraron una Constitución sometida al imperio de la ley y a los derechos humanos, una norma que se ha perpetuado generación tras generación. Aquellos ideales aún iluminan el mundo, y no renunciaremos a ellos por intereses turbios.
Así, digo a todos los demás pueblos y gobiernos que nos observan hoy, desde las grandes capitales hasta el pequeño pueblo donde mi padre nació: sepan que Estados Unidos es amigo de cada nación y de cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad, y que estamos dispuestos a ejercer nuestro liderazgo una vez mas.
Recuerden que las precedentes generaciones se enfrentaron al fascismo y al comunismo no solo con tanques y misiles, sino también con resistentes alianzas y sólidas convicciones. Comprendieron que solamente nuestro poder no podría protegernos, ni permitirnos hacer lo que quisiéramos. En cambio, comprendieron que nuestro poder es mayor cuanto más prudente es; que nuestra seguridad emana de la justeza de nuestra causa, de la fuerza de nuestro ejemplo, y de las cualidades de la humildad y la moderación.
Somos los continuadores de este legado. Guiados por esos principios una vez más, podemos superar estas nuevas amenazas que requieren incluso un mayor esfuerzo, mayor cooperación y comprensión entre naciones.
Comenzaremos a dejar responsablemente Irak a su pueblo, y a forjar una paz duramente ganada en Afganistán. Con viejos amigos y ex adversarios, trabajaremos incansablemente para reducir la amenaza nuclear, y hacer retroceder el espectro del calentamiento del planeta. No nos disculparemos por nuestro estilo de vida, ni vacilaremos en su defensa, y a quienes tratan de hacer avanzar sus objetivos provocando el terror y matando a inocentes, les decimos que nuestro espíritu es más fuerte y no puede ser doblegado, que sobreviviremos a ellos y los derrotaremos.
Porque sabemos que nuestra herencia multicultural es una fuerza, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos e hindúes y de no creyentes. Estamos integrados con todos los idiomas y culturas, llegados de cada rincón de esta Tierra, y porque probamos el amargo sabor de una guerra civil y de la segregación, y emergimos de ese oscuro capítulo más fuertes y más unidos, no podemos dejar de creer que los viejos odios deben ser superados algún día, que las divisiones tribales deberán disolverse pronto, que en la medida en que el mundo se hace más pequeño, nuestra humanidad común deberá revelarse, y que Estados Unidos debe jugar un papel para orientarnos hacia una nueva era de paz.
Con el mundo musulmán, buscaremos un nuevo enfoque para avanzar, basado en el interés y el respeto mutuos. Aquellos líderes del mundo que buscan alentar los conflictos o atribuir los problemas de nuestras sociedades a Occidente, sepan que sus pueblos los juzgarán por lo que puedan construir, no por lo que destruyan.
Quienes se mantienen en el poder a través de la corrupción, la mentira y silenciando a la disidencia, sepan que están en el lado equivocado de la historia, pero que les extenderemos la mano si están dispuestos a aliviar el cerco.
A los pueblos de las naciones pobres, prometemos trabajar con ustedes para hacer florecer sus cultivos y que fluya el agua limpia, para nutrir cuerpos hambrientos y alimentar espíritus voraces.
A aquellas naciones que como nosotros gozan de una relativa abundancia, les decimos que no podemos permitirnos la indiferencia ante quienes sufren en nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos mundiales sin tener en cuenta sus efectos. Porque el mundo ha cambiado y debemos cambiar con él.
Cuando consideramos el camino que se abre ante nosotros, recordamos con humilde gratitud a los valerosos estadunidenses, que en este mismo momento, patrullan distantes desiertos y remotas montañas. Tienen algo que decirnos hoy, al igual que los héroes caídos que yacen en Arlington a través de los tiempos. Les rendimos honores no solamente porque son los guardianes de nuestra libertad, sino porque representan el espíritu de servicio, la voluntad de encontrar un significado en algo que los trascienda.
Y en este momento –un momento que definirá a una generación– es precisamente ese espíritu el que debe habitarnos a todos.
Porque por mucho que un gobierno pueda y deba hacer, es finalmente la fe y la determinación del pueblo estadunidense lo que sostiene a esta nación. Es la amabilidad de acoger a un extraño cuando los diques se rompen, la solidaridad de los trabajadores que prefieren trabajar menos horas para que un amigo no pierda su trabajo lo que nos guía en las horas oscuras. Es el coraje de un bombero que corre hacia un edificio humeante, pero también la determinación de los padres de alimentar a su hijo, lo que finalmente decide nuestro destino.
Nuestros desafíos pueden ser nuevos. Los instrumentos con los que los enfrentamos pueden ser nuevos. Pero todos estos valores de los cuales depende nuestro éxito –trabajo duro y honestidad, valor y lealtad, tolerancia y curiosidad, lealtad y patriotismo– son antiguos. Esos valores son verdaderos. Han sido la fuerza silenciosa del progreso a lo largo de nuestra historia.
Lo que se nos pide es, pues, un retorno a esas verdades. Lo que se requiere de nosotros ahora es una nueva era de responsabilidad, un reconocimiento, por parte de cada estadunidense, de que tenemos deberes para con nosotros mismos, deberes que no aceptamos a regañadientes, sino que los acogemos de buena gana, firmes en la convicción de que nada es tan satisfactorio para el espíritu, tan decisivo en nuestro carácter, como dar todo de nosotros ante una tarea difícil.
Éste es el precio y ésa es la promesa de la ciudadanía. Ésta es la fuente de nuestra confianza: saber que Dios nos llama a dar forma a un destino incierto.
Éste es el significado de nuestra libertad y nuestro credo: por qué hombres, mujeres y niños de todas las razas y religiones pueden unirse en una celebración a lo largo de esta magnífica explanada, y por qué un hombre cuyo padre hace menos de 60 años no podría haber trabajado siquiera en un restaurante, puede ahora presentarse ante ustedes para hacer el juramento más sagrado.
Entonces, marquemos este día recordando quiénes somos y cuán lejos hemos llegado. En el año del nacimiento de Estados Unidos, en los meses más fríos, un pequeño grupo de patriotas se apiñaba, muriendo en los campos de batalla sobre las riberas de un río helado. La capital fue abandonada. El enemigo estaba avanzando. La nieve estaba teñida de sangre. En el momento en que la revolución era más incierta, el padre de nuestra nación (George Washington) dictó estas palabras para que fueran leídas al pueblo:
“Que se diga al mundo del futuro... que en la profundidad del invierno, cuando nada podía sobrevivir sino la esperanza y la virtud... que la ciudad y el país, acechados por un peligro común, salieron a enfrentarlo”.
Oh Estados Unidos. Ante nuestros peligros comunes, en este invierno de dificultades, recordemos esas palabras eternas. Con confianza y con virtud, enfrentemos una vez más esas corrientes heladas, y soportemos las tormentas que puedan venir.
Que los hijos de nuestros hijos digan que cuando fuimos sometidos a prueba nos negamos a abandonar el desafío, que no nos echamos atrás ni vacilamos, y con los ojos puestos en el horizonte y con la gracia de Dios, llevamos este gran don de libertad y lo entregamos intacto a las futuras generaciones.

lunes, 19 de enero de 2009

La carne, enemigo del alma

Esta nota fue publicada en Proceso, escrita por Miguel Angel Granados Chapa acerca del VI Encuentro Mundial de las Familias:

No obstante proponer que el cuerpo humano es "templo vivo del Espíritu Santo", la iglesia católica tiene horror oficial por la carne, aunque no sean pocos sus ministros que ceden a las tentaciones, las más de las veces en perjuicio de seres vulnerables, como niños sujetos al cuidado de quienes en vez de guiarlos los ultrajan.  El mundo, el demonio y la carne (el cuerpo humano, su aptitud para recibir o ofrecer placeres) eran, son, los enemigos del alma.
De las familia de esos miles de víctimas no se habló en el VI Encuentro Mundial de las Familias, realizado hasta este domingo 18 en el Centro Bancomer de Santa Fe.  Se habló en cambio, de una familia ideal, la formada por padre, madre e hijos que se aman y asisten recíprocamente, modelo que ciertamente es perceptible en sociedades atribuladas pero que no es tan frecuente como reza la propaganda eclesíástica.  El optimismo irreal de la iglesia le dificulta ver cuán a menudo esa célula básica de la vida social es el espacio donde se generan algunas de las lacras mayores de nuestro tiempo, como la violencia y el autoritarismo.
En la inauguración del encuentro (primero que no es encabezado por el Papa, pues Benedicto XVI que presidió el quinto, celebrado tres años atrás en Valencia, prefirió abstenerse de viajar a México) el jefe del Estado laico mexicano, Felipe Calderón, pronunció un discurso parroquial, alentado por el grito que le dio la bienvenida como "nuestro presidente católico". Impregnado con un tenue y discutible humor de sacristía, como cuando se refirió a sus profesores maristas como los culpables de su formación, olvidó que la laicidad es condición esencial de la convivencia mexicana.  Tan superficial fue, por cierto, su educación ritual que ni siquiera sabe qué significa exactamente santo patrono.  Cree que el protomártir mexicano, Felipe de Jesús, es eso para él, su santo patrono.  Ni que fuera pueblo o gremio, a los que se asigna patrono.  Durante siglos el único mexicano colocado en el santoral fue precisamente san Felipe, pero el boom de canonizaciones promovidas con criterio político y hasta mercadológico en los años recientes lo convirtió en sólo uno más del ya vasto elenco de beatos y santos nacidos en nuestro país.  De entre ellos, Calderón tuvo la mala idea de citar a los mártires cristeros, llevados a los altares en una desinformada o atrevida decisión vaticana.  Es verdad que el conflicto religioso de los años veinte del siglo pasado causó una gran cantidad de víctimas de la violencia autoritaria del Estado.  Pero también lo es que el afán destructivo no movió sólo a las tropas callistas sino que no pocos jefes de la cristiada perpetraron u ordenaron asesinatos a mansalva.  Y la Iglesia ha glorificado a algunos de ellos, como si fuera tan meritorio y digno de alabanza morir por Cristo que matar por él.  Junto con su propio santo, Calderón tiene a esos mártires en su devocionario.
Fue comprensible la presencia presidencial en el encuentro promovido por el Vaticano.  Además de ser una reunión de fieles y un espacio para la reflexión teológica y moral, ese acontecimiento sirvió también para hacer política.  No otra cosa se hace, sino política, cuando se demanda legislación protectora de la familia que en el contexto en que se mueven los peticionarios quiere decir penalizar el aborto y excluir las uniones de convivencia diversas de la matrimonial.
Las dificultades institucionales de la Iglesia para lidiar con los asuntos de la carne se hicieron patentes en el encuentro.  Su principal promotor, el cardenal Ennio Antonelli, que preside el Pontificio Consejo para las Familias, fue desmentido por la Santa Sede tras un desliz promovido quizá por la necesidad de fingir tolerancia ante abominaciones como la homosexualidad.  Puesto que es una realidad innegable la existencia de personas que tienen orientación sexual por personas de su  mismo género, dijo Antonelli, hay que reconocer el hecho.  Pero es preferible que no se manifieste en público, sino que sus practicantes la mantengan en reserva, que permanezcan en el clóset, más ocultos que discretos.  Pero al decirlo fue demasiado lejos.  Sus colegas y superiores advirtieron un error en esa aceptación y, de modo oficial, el Vaticano emitió de inmediato más una desautorización que un desmentido: la homosexualidad es vitanda de suyo, se exhiba o se practique en la intimidad.  ¡Qué contraste entre esta actitud, no sólo ridícula sino peligrosa por cuanto auspicia la homofobia o predispone a verla con indiferencia, con la apertura del presidente Barack Obama: uno de los tres pastores que rezarán el martes 20, en su toma de posesión, es un obispo episcopaliano, Gene Robinson, manifiestamente homosexual!
Con un clero así de conservador y temeroso, a nadie extraña que la moral predicada a los fieles produzca conciencias gazmoñas, excluyentes, contrarias a la vida.  Lo muestra paladinamente el reciente bando de policía y de buen gobierno emitido por el ayuntamiento panista de Guanajuato.  Es bien sabido que la corriente principal del PAN surgió de un catolicismo conservador, el de las buenas conciencias que se hallan en el Bajío y sus inmediaciones.  De ese talante es el gobierno municipal de la capital guanajuatense.  Lo encabeza Eduardo Romero Hicks, miembro de una de las buenas familias de la ciudad, cuyo hermano Juan Carlos gobernó al estado y ahora dirige el Conacyt con menos acierto del que reclama la promoción de la ciencia y la tecnología.  Conforme al nuevo régimen de convivencia urbana, dar y recibir besos en la vía pública será objeto de sanción pecuniaria y aun de arresto administrativo.  Quizá no todos los besos.  No, seguramente, los ósculos que fingen cercanía con los que se saludan los europeizantes.
Romero Hicks dijo que se trata de castigar los besos olímpicos.  No desarrolló esa deportiva idea, no explicó en qué consiste la condición que hace punible un beso.  Es de suponerse que los condenables sean los besos apasionados, aquellos en que las bocas se aprietan con fuerza pero no causan dolor sino placer, los que dejan salir la lengua entre los labios.  Esos deben prohibirse, porque son el preámbulo de la lujuria misma, como lo son también los "tocamientos obscenos", igualmente castigable en Guanajuato y que quizá no son más que caricias amorosas sobre el rostro y el cuero amados o deseados.
Ya era repudiable la pretensión de Germán Martínez, el dirigente nacional panista, de guanajuatizar a México, por lo que eso significa de tramposas maniobras electorales que sirven para imponer un solo credo político e instalan una nueva hegemonía, apenas distinguible de la que protagonizó el PRI.  Pero ahora debe ser rechazada con más vigor esa tentación si por guanajuatizar va a entenderse el castigo a las tentaciones de la carne, mortal enemigo del alma según la anacrónica y empobrecedora prédica católica de muchos siglos atrás.

domingo, 18 de enero de 2009

DIOS NO ES EL COPILOTO


"El Ejecutivo no ejecuta, pero invoca fe, esperanza y caridad a falta de iniciativa o credibilidad. En poco tiempo caerá en cuenta de su soledad y tendrá que descubrir la necesidad vital de alianzas y acomodos que vayan más allá del concilio de escritorio o del sobrentendido con los defensores de un status quo impresentable."

Rolando Cordera

viernes, 16 de enero de 2009

Vivr Cien Años

Si lo que quieres es vivir cien años 
no pruebes los licores del placer,
si eres alérgico a los desengaños
olvídate de esa mujer.
Compra un máscara antigas,
mantente dentro de la ley.
Si lo que quieres es vivir cien años
haz músculos de 5 a 6
y ponte gomina que no te despeine
el vientecillo de la libertad.
Funda un hogar en el que nunca reine 
mas rey que la seguridad.
Evita el humo de los Clubs, 
reduce la velocidad,
si lo que quieres es vivir cien años
vacúnate contra el azar,
deja pasar la tentación
dile a esa chica que no llame más
y si protesta el corazón
en la farmacia puedes preguntar 
¿tienen pastillas para no soñar?

Joaquín Sabina Album Física y Química    

miércoles, 14 de enero de 2009

PARTE DE VIDA



"Yo se que no soy el mismo


que cuando tenía quince años,


que ya se notan los daños


en todo mi mecanismo,


pero veo con optimismo


que una nueva vida empieza,


tengo el alma en una pieza


y aunque ya la tengo amarga,


eso sí la tengo larga


y todavía la tengo tiesa."

Dale de comer al conejito.

El Personal

Álbum: No me hallo

martes, 13 de enero de 2009

Seguridad

"Entre más seguro esté México, más seguro estará Estados Unidos"

Felipe Calderón en Washington

un buen propósito de año nuevo

domingo, 11 de enero de 2009

DE BELLEZAS

Para luna la de anoche.

POR LOS CAMINOS DEL SUR

Artículo publicado en La Jornada de hoy.

Mario Di Costanzo
El flojo y el mezquino recorrerán más de tres veces el camino

Por tercera vez en menos de un año, el llamado gobierno de la “estabilidad y el empleo” ha anunciado una serie de medidas que supuestamente ayudarán a la economía a superar la tremenda crisis que golpea y daña la planta productiva del país y la economía de las familias.
Para ello, sólo basta recordar que el 3 de marzo del año pasado Felipe Calderón anunció 10 medidas a las que bautizó Programa de Apoyo a la Economía y que supuestamente permitiría que la economía mexicana superara las graves consecuencias que tendría para nosotros el deterioro de la actividad económica en Estados Unidos.
En dicho plan se incluyeron descuentos tanto en los pagos del impuesto sobre la renta (ISR) como en los del impuesto empresarial a tasa única (IETU); se habló también de otro tipo de “estímulos fiscales”, entre los que se mencionaron descuentos a las aportaciones patrimoniales del Seguro Social y descuentos a las tarifas eléctricas.
También se anunció una bolsa de 60 mil millones de pesos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas e inversiones públicas adicionales por 40 mil millones de pesos, derivadas del Fondo Nacional de Infraestructura, así como un apoyo de 650 millones de pesos para el Sistema Nacional de Empleo.
Con respecto a este plan, en mi colaboración del 8 de marzo, titulada No que no tronabas pistolita, advertí entre otras cosas que sus 10 acciones resultarían absolutamente insuficientes para cumplir con sus objetivos y que la situación económica era mucho más grave de lo que hasta en ese momento había señalado el propio Agustín Carstens.
Señalé que Felipe Calderón debió haber propuesto un agresivo programa de desarrollo de infraestructura en municipios de alta marginación para contribuir a la generación de empleos.
Fue evidente que el Programa de Apoyo a la Economía, anunciado con bombo y platillo, resultó absolutamente inútil y la economía de las empresas y de las familias aceleró su deterioro.
Tan así fue, que el 8 de octubre del año pasado, y en medio de la debacle económica mundial, Felipe Calderón anunció su segundo plan, el Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo (PICE), el cual gracias a sus inconsistencias, inoperancia y falta de congruencia en cuanto al entorno económico que proyectaba, originó, entre otras cosas, la incertidumbre que dio paso al ataque especulativo contra el peso, que culminó con la devaluación de nuestra moneda y la pérdida de más de 15 mil millones de dólares de nuestras reservas internacionales.
Sin embargo lo verdaderamente paradójico es que durante su presentación Agustín Carstens señaló: “Si bien la economía mexicana presenta condiciones estructurales sólidas y el sistema financiero no constituye un canal de contagio, el gobierno federal pone en marcha el PlCE como una respuesta oportuna y efectiva para apuntalar aún más la actividad económica en nuestro país”. Cabe recordar que a decir del propio Carstens, el PICE involucraba una bolsa por más de 255 mil millones de pesos para reactivar la economía.
Así, el pasado 7 de enero, Felipe Calderón nuevamente anunció 25 medidas a las que llamó Acuerdo Nacional en favor de la Economía y el Empleo, que son demagógicas, absurdas y resultarán insuficientes para enfrentar la crisis en la que estamos inmersos, entre otras por las siguientes razones:
La estrategia sólo congela el precio de las gasolinas, pero en un nivel en el que actualmente superan por mucho al que existe en otros países del mundo; la estrategia no plantea la reducción, ni tampoco el congelamiento del precio del diesel que es utilizado por muchos sectores productivos, como es el caso de la pesca o de los productores agropecuarios, y mucho menos de los precios de los principales artículos de consumo de la canasta básica, más aún cuando muchos de ellos han registrado incrementos superiores al ciento por ciento.
El acuerdo no otorga un incremento emergente al salario mínimo que restituya el poder adquisitivo del mismo y el cual mínimamente debía de ser de entre 12 y 15 por ciento. Se anuncian una serie de “incentivos fiscales” para que las empresas no despidan personal; sin embargo, mantiene la aplicación del impuesto empresarial a tasa única (IETU), aún cuando este impuesto tiene un fuerte sesgo contra el empleo.
Es decir, que mientras que en la mayoría de los países del mundo se buscado disminuir la carga fiscal, en el caso del programa calderonista la tasa del IETU se incrementó 0.5 por ciento.
Se busca ampliar la capacidad de retiro del fondo de ahorro de los trabajadores en caso de despido, lo que pone aún en un mayor riesgo sus pensiones futuras, esto en otras palabras implica que el costo de este apoyo a los trabajadores será con cargo a sus respectivas pensiones para su retiro.
Se deja a un lado el problema de la cartera vencida de los deudores tanto de tarjetas de crédito como hipotecarios, como es el caso del Infonavit. Conviene señalar que la única manera de caer en cartera vencida en el Infonavit es mediante la pérdida del empleo.
Resulta contradictorio e ineficiente que por un lado se han disminuido “unilateralmente” los aranceles para la importación de productos provenientes de países con los que no tenemos acuerdos comerciales, dañando enormemente a la planta productiva nacional y al empleo, y por otro lado se “establezcan incentivos fiscales” para tratar de proteger al empleo.
Se dice que Nafin y Bancomext incrementarán en 21 por ciento sus apoyos a las pequeñas y medianas empresas, pero no se hace nada para bajar las tasa de interés que convierten en prohibitivos estos apoyos.
Y de los recursos que involucra el acuerdo, que según Carstens son 120 mil millones de pesos, mejor ni hablamos porque ya no sabemos de dónde están sacando tanto dinero para financiar programas que no han servido para nada; y por ello digo que el flojo y el mezquino recorrerán más de tres veces el camino.

miércoles, 7 de enero de 2009

Feliz Año 2009!


El Gorguz desea a todos sus amigos un Feliz Año 2009!


martes, 6 de enero de 2009

DE REYES


“por más difícil que sea la crisis económica, ésta es cíclica y quedará finalmente atrás”.

Felipe Calderón Hinojosa

O mas keynesianamente, como ya se puso de moda: a largo plazo todos estaremos muertos. Empezamos el año con la verborrea incontenible, insustancial y demagógica de El Presidente.

domingo, 4 de enero de 2009

AQUÌ ENTRE NOS...


¿A què chingados se dedicarà el Sup Marcos?

El Gûilo

VERDADES AMARGAS

"En Sinaloa, de una u otra manera todos están comiendo de lo que deja el narco. Todos, porque no hay otra cosa más que eso”.

Declaraciòn a La Jornada de la madre de Laura Elena Zùñiga (fotografìa), ganadora en el certamen Nuestra Belleza Sinaloa 2008, quien fuera detenida por la PGR el 26 de diciembre del pasado año en compañìa de nueve presuntos narcos (entre ellos su novio). Segùn la nota del diario, a la joven y sus acompañantes se les encontró en posesión de dos rifles AR-15, tres pistolas, 633 cartuchos de diversos calibres, 16 teléfonos celulares y 55 mil 300 dólares. Supuestamente irían de compras a Colombia.

A esto nos referimos cuando se dice que el narco ha trasminado las estructuras sociales y de poder en Mèxico. Nada menos.

sábado, 3 de enero de 2009

LOS TRES REYES MAGOS

Agradecimientos a la Jornada y Ahumada

DOLOR PALESTINO

Continúa el terror judío en el territorio palestino. "La destrucción de las viviendas de 15 dirigentes del movimiento de resistencia islámica Hamas, de un templo musulmán en Jabaliya, de un invernadero para producir alimentos al sur de ciudad de Gaza y de una calle de la localidad de Jan Yunes, donde murieron tres niños, fue el resultado principal del séptimo día de bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza, por tierra y mar, de día y de noche", menciona la Jornada el día de hoy. La ONU señala que al menos la cuarta parte de los muertos son civiles, lo que niega lo dicho por los judíos acerca de la mano de seda para el pueblo palestino. Es difícil encontrar asesinos con manos de seda del mismo modo que parece imposible creer más en la ONU.

viernes, 2 de enero de 2009

TERROR JUDÍO

Con esta violencia terrorista reciben los judíos 2009 en la Franja de Gaza. En seis días de terror 24/7 los judíos han asesinado a 420 palestinos y herido a dos mil. La respuesta del primer ministro Olmert frente a la exigencia internacional de cesar inmediatamente la matanza provoca náuseas: "esa decisión se tomará en su momento, por ahora trataremos con mano de hierro al terrorismo y guante de seda a la población palestina". Ni el Yunque creería tal tontería. Se trata de una guerra de exterminio en la que toda persona que esté en desacuerdo con los judíos está al mismo tiempo en su contra, de modo tal que todo palestino es enemigo por ser considerado terrorista o simplemente por ser palestino. La brutalidad judía no está lejos en la mente de nuestros próceres panistas.



Bienvenido el 2009.