jueves, 15 de septiembre de 2011

¡VIVA MÉXICO, CABRONES!



«Mexicanos: Ya estáis en el caso de saludar a la patria independiente como os anuncié en Iguala; ya recorrí el inmenso espacio que hay desde la esclavitud a la libertad, y toqué los diversos resortes para que todo americano manifestase su opinión escondida [...] Ya me veis en la capital del imperio más opulento sin dejar atrás ni arroyos de sangre, ni campos talados, ni viudas desconsoladas, ni desgraciados hijos que llenen de maldiciones al asesino de su padre; por el contrario, recorridas quedan las principales provincias de este reino, y todas uniformadas en la celebridad han dirigido al ejército trigarante vivas expresivos y al cielo votos de gratitud [...] Se instalará la Junta; se reunirán las Cortes; se sancionará la ley que debe haceros venturosos, y yo os exhortó a que olvidéis las palabras alarmantes y de exterminio, y sólo pronunciéis unión y amistad íntima...»

Con estas palabras, el 27 de septiembre de 1821, Agustín de Iturbide, Jefe del Ejército Trigarante y autor del Plan de Iguala, ponía fin a diez años de lucha por la independencia de México. A las 9 de la noche se firmaba el Acta de Independencia del Imperio Mexicano y se integraba una Regencia de cinco miembros, encabezada por el propio Iturbide.

A los mexicanos nos gusta más celebrar el inicio de este movimiento, que originalmente estaba previsto para el 1° de octubre de 1810, pero hubo de ser adelantado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla a la primera hora del 16 de septiembre. No obstante, también es tradición celebrar este acto libertario, más conocido como el Grito de Dolores, el día 15 de septiembre a las once de la noche.

Siendo Hidalgo un cura ilustrado fue nombrado Generalísimo, aunque el jefe militar de su campaña de independencia era el Capitán General Ignacio Allende, acompañado de Mariano Abasolo, Miguel Aldama y José Mariano Jiménez. El inicio del despliegue militar fue exitoso, avanzando desde Dolores, Guanajuato, aunque no lograron tomar la capital, las fuerzas insurgentes se dirigieron hacia el estado de Hidalgo, donde las diferencias estratégicas militares entre Allende y el cura desplazaron a Miguel Hidalgo, quedando Allende al mando de las tropas. Siguieron, en diferentes frentes a Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Coahuila.

Esta primera y difícil etapa de nuestra independencia finalizó el 21 de marzo de 1811 cuando fueron presos en Acatita de Baján, estado de Coahuila, Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez junto con otros miembros más de la insugencia. Los presos fueron fusilados en Monclova y Chihuahua. Las cabezas de Hidalgo, Aldama, Allende y Jiménez fueron colgadas en las cuatro esquinas de la alhóndiga de Granaditas, permaneciendo a la vista de los habitantes hasta 1821.

El grito de Dolores pronunciado por Miguel Hidalgo fue: "Viva la Virgen de Guadalupe, Viva la América española, viva Fernando VII, viva México! viva México! viva México!" Esto se ha cambiado por la mención de los héroes que iniciaron la gesta heroica.

Aunque el gobierno derechista que nos abruma no deja respiro para vivir en paz esta fecha, los mexicanos seguiremos vitoreando a los libertadores, quizá en espera de una segunda liberación.

¡Viva México, cabrones!

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