miércoles, 31 de agosto de 2011

¿PODRÍA SER PEOR?



Mañana, primero de septiembre de 2011, Felipe ElPresidente Calderón entregará al Congreso de la Unión el documento que debería dar cuenta del estado que guardan los asuntos de la nación, el mentado V Informe presidencial. Por los locuaces, cuan baratos, anuncios que han precedido a este acontecimiento, El Chapo atiborrará a los legisladores de papeles llenos de fantasías, autoelogios, engaños y mentiras descaradas. Es lo que se le viene a la mente en ese mundillo de sátrapas que vive, lejos de la realidad y cerca de la corrupción extrema, que recrea su ignorancia diariamente en los medios de comunicación, especialmente Televisa.

Apenas el jueves antepasado, el incendio provocado en el Casino Royale mató a 52 personas. Y El Breve posó al día siguiente un minuto para la foto y decretó tres días de duelo nacional y sentenció que aquello era verdadero terrorismo, no el falso de García Luna, supondría yo. Y ya el día de hoy, el periódico Reforma nos muestra los videos en los que aparece Manuel Jonás Larrazábal, hermano de Fernando, el alcalde panista de Monterrey, cobrando en los casinos de esa localidad la cuota correspondiente para brindar protección. Todavía no sabemos si los fondos así recaudados van a las cuentas del Sr. Alcalde o Jonás los mete a la ballena de los Zetas o a su propio paraíso fiscal. El asunto grave es que ni hay Zetas, ni hay terrorismo, ni hay pleito entre pandillas, sino solamente la vulgar y asesina corrupción cobijada por los mencionadísmos “tres órdenes de gobierno”, encabezados por ChaPeLén (Manuel Espino dixit).

Ni qué decir de la eterna cantaleta de El Breve sobre la militarización. Como lo dijo Rafael Cardona ayer, Calderón nos recetó un “Sanseacabó”: que no se diga nada más sobre ese tema, y envió una primera remesa de 1,500 federales más a Nuevo León. Me parecen demasiados para la familia Larrazábal. “Voy derecho y no me quito” es el lema de ElPresidente, encasquetada su cachucha de cinco estrellas, feliz de haber superado a la dictadura militar argentina, que únicamente alcanzó poco más de 9 mil muertos. Y encima de tanta demencia, el español, ex juez, Baltazar Garzón nos trae la receta de la “indignación activa” contra la delincuencia, aportando hilos negros a las expectoraciones presidenciales de la participación social en tareas de estricta competencia del Estado.

Del gobierno de Calderón ya se puede esperar nada que no sean penurias, es un círculo de fascinerosos (como dijo el Sub a Sicilia) que se mira los ombligos a diario mientras se pintan las uñas. El país puede ser un cementerio y no hay ningún despedido, vaya ni un amonestado siquiera. Y todavía hay quienes se preguntan qué hacen, pues robar a diario y a manos llenas, ni Miguel Alemán fue tan artero y eficaz en estas tareas.

Los diputados, inimaginablemente llamados “representantes populares”, deberían estar discutiendo un tema de primer orden para la nación: La Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2012. Y aunque nadie espera nada bueno de esa discusión, porque esos números los definen el PAN y el PRI y siempre lo hacen con la estrecha e inútil visión del “equilibrio financiero”, estos señores andan ahorita muy ocupados jalándose de las greñas por la dirección de las tantas comisiones que se formarán a partir del 1° de septiembre. En estas condiciones resulta ocioso cualquier intento de presentar en el parlamento un presupuesto anticíclico que nos ayude a sortear la depresión económica que se avecina. Siempre será más sencillo amenazarnos con los soldados.

Sobre este tema será indispensable leer el documento que presentará el 8 de septiembre próximo el grupo “Nuevo curso de desarrollo”, integrado por algunos de los más brillantes economistas mexicanos, con una estrategia nacional y un análisis serio y coherente para la integración de un presupuesto orientado al desarrollo y no sólo al cuidado del déficit.

¿Podríamos estar peor? Difícilmente. Lo angustiante es que sí podríamos estar mejor. Lo desolador es que no hay perspectiva visible. Como lo dice atinadamente Mauricio Merino, de ganar el PRI no se volverá al pasado porque el pasado no se ha ido. La izquierda partidista se da por satisfecha con las prebendas del régimen. La izquierda ciudadana está varada en los líos partidistas y el PAN no regresará nunca, por vida de Dios.

Por algo me gusta la pregunta de Javier Sicilia: “¿Por cuál mafia votaremos en 2012?”

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