lunes, 3 de enero de 2011
AÑO NUEVO
Si me preguntaran que desearía para que 2011 fuera un mejor año para todos, principalmente para todos los mexicanos, el listado final sería breve, claro, conciso y preciso:
Que la mentira no sea más un valor entendido y tolerado en el lenguaje de los gobernantes.
Que quien mantiene aún el mando ponga un final rápido y sin condiciones a la criminal balacera que atraviesa el país.
Que los responsables de la cuestión fiscal eviten la elusión y la evasión y que paguen más al erario quienes más tienen en su bolsillo.
Que los que no tienen nada o casi nada accedan a los servicios elementales de salud y educación y que no les falte alimento y techo.
Que la educación ocupe el centro de todas nuestras preocupaciones, dado que es el hipocentro de todo nuestro futuro.
Que la violencia, en todas sus expresiones, sea desterrada de una vez y para siempre.
Que la frivolidad abandone nuestro razonamiento y seamos capaces de ver por el ajeno.
Curado como estoy, de espantos, me conformo con que uno solo de estos deseos se cumpla. No, me conformo con ver que existe el intento de que al menos uno será cumplido.
Aunque ya viendo las cosas más de cerca, estaría satisfecho con vivir de nuevo la felicidad de la compañía de los más míos durante las próximas navidades.
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2 comentarios:
ouch, como que son muchos muy buenos deseos... y no es que sea tan pesimista, en verdad que no...pero.... me quedaria con su último comentario..jiji..saludos y abrazos
Saludos y abrazos Isabela. Pienso igual.
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