martes, 21 de septiembre de 2010

NOCHE QUE SE DESBORDA DEL CUERPO

Jazmín sobre las noches de julio. Canción

para dos extraños que se encuentran en

una calle que no lleva a ninguna parte.

¿Quién soy yo, después de estos ojos almendrados?

Dice el desconocido.

¿Quién soy yo, después de tu exilio en mí?

Dice la desconocida

Guardémonos de remover la sal

de los mares antiguos

en un cuerpo que recuerda...

Ella le devuelve su cuerpo cálido

y él le devuelve su cuerpo cálido.

Así, los dos amantes extraños dejan su

amor desordenado,

como abandonan su ropa interior

entre las flores de las sábanas.

- Si de verdad eres mi amado, compón

un Cantar de los cantares para mí

y graba mi nombre en la rama de un

granado, en los jardines de Babilonia.

- Si me quieres de verdad, posa mi sueño

entre mis manos y dile

al hijo de María: Nos has hecho sufrir

la misma suerte que Tú has elegido.

Señor, ¿somos lo bastante justos para

la existencia del mañana?

- ¿Cómo me curaré del jazmín mañana?

- ¿Cómo me curaré del jazmín mañana?

Ellos permanecen juntos, en las sombras

que se extienden por el techo de su alcoba.

Ella le dice: No serás sombrío después de mis

pechos.

Él responde: Tus pechos son noches que iluminan lo

esencial,

noches que me cubren de besos. El lugar y yo

estamos repletos de noches que se desbordan de la

copa.

Ella se ríe de su descripción. Y vuelve a reír

ocultando la pendiente de la noche en su mano.

- Amor mío, si pudiera ser un

chico, sería tú.

- Y si yo pudiera ser una chica,

sería tú.

Ella llora, como siempre,

al regresar de un cielo color vino.

Llévame, extranjero, a un país donde

no posea un pájaro azul sobre un sauce.

Ella llora, para cruzar sus bosques en

el largo camino hacia sí misma.

¿Quién soy yo? ¿Quién soy, después de

tu exilio de mi cuerpo?

¡Ay de mí, de ti y de mí país!

¿Quién soy, después de estos ojos almendrados?

Muéstrame mi mañana.

Así, los dos amantes dejan su despedida en

desorden,

cual perfume de jazmín sobre las noches de

julio.


Cuando llega julio,

el jazmín me lleva a una calle que no conduce

a ninguna parte,

pero yo sigo cantando:

jazmín

sobre las noches

de julio.

Mahmud Darwish

2 comentarios:

Miyita dijo...

Solo puedo decir que es muy hermoso

el güilo dijo...

Borges decía que, sin entrar en detalles, sólo existían la poesía mala y la poesía buena. A ti te pareció buena ésta. A mi también.