Mañana, sábado 5 de junio, se cumple un año del incendio de la Guardería ABC en Hermosillo, Son. Allí murieron 49 niños, todos menores de 3 años, y 70 más quedaron con lesiones permanentes. Murieron calcinados bajo una lluvia de fuego que se desprendió de los plafones del techo. El fuego se originó en un inmueble contiguo, propiedad del Gobierno del Estado. La guardería estaba en un ala de una bodega industrial y era una concesión del IMSS a un grupo de particulares, amigos y parientes de políticos locales y nacionales. Nadie ha sido juzgado por el criminal acto y el dolor de los padres no halla justicia ni consuelo.
El día de ayer, en lo oscurito, casi en la clandestinidad, Felipe Calderón –quien cobra como presidente de México, se encerró cuatro horas en Los Pinos con algunos padres de familia de los niños muertos en el incendio de la Guardería ABC. La corte que acompañó a El Presidente es digna de fotografía para la nota roja: Daniel Karam, Director del IMSS, responsable del sistema de subrogación que puso en manos negligentes y criminales particulares la guardería; Arturo Chávez Chávez, Procurador General de la República, responsable de que los asesinos sigan libres y que los políticos permanezcan impunes; el gobernador de Sonora, primer beneficiado político del incendio, ganó la elección gracias a la tragedia. El resultado después de 4 horas de reunión: se publicará un decreto que hace del 5 de junio día de Luto Nacional. Lo más sencillo, pues. Lo más difícil, la justicia, no puede impartirse porque los inculpados viven bajo la protección del mismo Calderón, quien no tiene dificultad ninguna para lucrar con el dolor ajeno.
El tono clandestino del evento viene del hecho de que no todos los padres fueron invitados a la mentada e inútil reunión. Los representantes de Calderón enviaron comunicados escritos y telefónicos sólo a aquellos padres que consideraron de menor peligro político. Terminado el acto, los padres fueron conducidos por una salida alejada de la prensa. Sólo Abraham Fraijo, padre de Emilia Fraijo, fallecida en el incendio, quien se mantuvo fuera de la reunión por no haber sido convocado, pudo dar a conocer una carta que llevaba para Calderón, donde exige justicia y castigo para los responsables de lo ocurrido y poner fin al infame silencio que cubre la tragedia de impunidad. Carta que no fue recibida por el destinatario y muchísimo menos atendida. “A casi un año del incendio de la guardería ABC de Hermosillo, el gobierno de Felipe Calderón no acaba de entender que el 5 de junio de 2009 no murieron animalitos, que no fue un accidente, que murieron 49 niños y todos eran mexicanos”, comentó Fraijo desde las rejas de alguna de las entradas a Los Pinos.
Por fortuna, no todo es la felonía y vileza de El Ejecutivo. El Ministro Arturo Zaldívar, encargado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación de investigar lo ocurrido hace un año en Hermosillo, presentó ayer mismo algunas de sus conclusiones: "ha quedado evidenciado que la inobservancia de los deberes constitucionales, legales y aún infra legales, no sólo por las autoridades del IMSS, sino por las autoridades del Estado de Sonora y del Municipio de Hermosillo, propiciaron por un lado, un esquema deficiente de guarderías y, toleraron, por el otro, que la Guardería ABC y la bodega contigua, no cumplieran con los parámetros básicos de seguridad, lo que en suma condujo a la tragedia que cobró la vida de 49 niños y dejó a más de cien gravemente lesionados… Sí se registraron violaciones graves de garantías, de las que son responsables el actual director del IMSS, Daniel Karam, su antecesor y actual secretario de Comunicaciones, Juan Molinar, el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, y el ex presidente municipal de Hermosillo, Ernesto Gándara, entre otros”.
Sin embargo, la Corte no tiene atribuciones para sancionar a los funcionarios que encuentre responsables del crimen, esta es facultad del Congreso de la Unión, del presidente de la República, de la Procuraduría General de la República, de la Secretaría de la Función Pública, así como de las autoridades estatales y municipales de Sonora. Es decir, la Iglesia en manos de Lutero. ¿Cómo vamos a esperar justicia que provenga de los propios culpables?
Resulta esperanzador que el próximo sábado, al menos en 37 ciudades de 22 estados del país, incluido el Distrito federal, habrá actos conmemorativos de la tragedia. Marchas, mítines, vigilias, sonar de campanas, globos blancos al aire, altares, videos y otras actividades acompañarán el pesar de los padres en Hermosillo.
Enseguida me permito presentar las fotografías de cada uno de los 49 niños muertos, en una ofrenda para ellos y sus padres.
No debieron morir.
El día de ayer, en lo oscurito, casi en la clandestinidad, Felipe Calderón –quien cobra como presidente de México, se encerró cuatro horas en Los Pinos con algunos padres de familia de los niños muertos en el incendio de la Guardería ABC. La corte que acompañó a El Presidente es digna de fotografía para la nota roja: Daniel Karam, Director del IMSS, responsable del sistema de subrogación que puso en manos negligentes y criminales particulares la guardería; Arturo Chávez Chávez, Procurador General de la República, responsable de que los asesinos sigan libres y que los políticos permanezcan impunes; el gobernador de Sonora, primer beneficiado político del incendio, ganó la elección gracias a la tragedia. El resultado después de 4 horas de reunión: se publicará un decreto que hace del 5 de junio día de Luto Nacional. Lo más sencillo, pues. Lo más difícil, la justicia, no puede impartirse porque los inculpados viven bajo la protección del mismo Calderón, quien no tiene dificultad ninguna para lucrar con el dolor ajeno.
El tono clandestino del evento viene del hecho de que no todos los padres fueron invitados a la mentada e inútil reunión. Los representantes de Calderón enviaron comunicados escritos y telefónicos sólo a aquellos padres que consideraron de menor peligro político. Terminado el acto, los padres fueron conducidos por una salida alejada de la prensa. Sólo Abraham Fraijo, padre de Emilia Fraijo, fallecida en el incendio, quien se mantuvo fuera de la reunión por no haber sido convocado, pudo dar a conocer una carta que llevaba para Calderón, donde exige justicia y castigo para los responsables de lo ocurrido y poner fin al infame silencio que cubre la tragedia de impunidad. Carta que no fue recibida por el destinatario y muchísimo menos atendida. “A casi un año del incendio de la guardería ABC de Hermosillo, el gobierno de Felipe Calderón no acaba de entender que el 5 de junio de 2009 no murieron animalitos, que no fue un accidente, que murieron 49 niños y todos eran mexicanos”, comentó Fraijo desde las rejas de alguna de las entradas a Los Pinos.
Por fortuna, no todo es la felonía y vileza de El Ejecutivo. El Ministro Arturo Zaldívar, encargado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación de investigar lo ocurrido hace un año en Hermosillo, presentó ayer mismo algunas de sus conclusiones: "ha quedado evidenciado que la inobservancia de los deberes constitucionales, legales y aún infra legales, no sólo por las autoridades del IMSS, sino por las autoridades del Estado de Sonora y del Municipio de Hermosillo, propiciaron por un lado, un esquema deficiente de guarderías y, toleraron, por el otro, que la Guardería ABC y la bodega contigua, no cumplieran con los parámetros básicos de seguridad, lo que en suma condujo a la tragedia que cobró la vida de 49 niños y dejó a más de cien gravemente lesionados… Sí se registraron violaciones graves de garantías, de las que son responsables el actual director del IMSS, Daniel Karam, su antecesor y actual secretario de Comunicaciones, Juan Molinar, el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, y el ex presidente municipal de Hermosillo, Ernesto Gándara, entre otros”.
Sin embargo, la Corte no tiene atribuciones para sancionar a los funcionarios que encuentre responsables del crimen, esta es facultad del Congreso de la Unión, del presidente de la República, de la Procuraduría General de la República, de la Secretaría de la Función Pública, así como de las autoridades estatales y municipales de Sonora. Es decir, la Iglesia en manos de Lutero. ¿Cómo vamos a esperar justicia que provenga de los propios culpables?
Resulta esperanzador que el próximo sábado, al menos en 37 ciudades de 22 estados del país, incluido el Distrito federal, habrá actos conmemorativos de la tragedia. Marchas, mítines, vigilias, sonar de campanas, globos blancos al aire, altares, videos y otras actividades acompañarán el pesar de los padres en Hermosillo.
Enseguida me permito presentar las fotografías de cada uno de los 49 niños muertos, en una ofrenda para ellos y sus padres.
No debieron morir.
Yoselín Valentina Tamayo Trujillo
Yeseli Nahomí Baceli Meza
Xiunelth Emmanuel Rodríguez García
Ximena Yanes Madrid
Ximena Álvarez Cota
Valeria Muñoz Ramos
Sofía Martínez Robles
Santiago Corona Carranza
Santiago de Jesús Zavala Lemas
Ruth Nahomí Madrid Pacheco
Pauleth Daniela Coronado Padilla
Nayeli Estefanía Gonzáles Daniel
Monserrat Granados Pérez
Martín Raymundo de la Cruz Armenta
Marian Ximena Hugues Mendoza
María Magdalena Millán García
María Fernanda Miranda Hugues
Luis Denzel Durazo López
Lucía Guadalupe Carrillo Campos
Julio César Márquez Báez
Juan Israel Fernández Lara
Juan Carlos Rodríguez Othón
Juan Carlos Rascón Holguín
Jorge Sebastián Carrillo González
Jonathan Jesús de los Reyes Luna
Jesús Julián Valdéz Rivera
Jesús Antonio Chambert López
Jazmín Pamela Tapia Ruiz
Javier Ángel Merancio Valdéz
Ian Isaac Martínez Valle
Germán Paul León Vázquez
Fátima Sofía Moreno Escalante
Emilia Guadalupe Cevallos Badilla
Emilia Frayjo Navarro
Denisse Alejandra Figueroa Ortiz
Daré Omar Valenzuela Contreras
Daniel Rafael Navarro Valenzuela
Daniel Alberto Gayzueta Cabanillas
Daniela Guadalupe Reyes Carretas
Dafne Yesenia Blanco Lozoya
Carlos Alán Santos Martínez
Camila Fuentes Cervera
Bryan Alexander Méndez García
Axel Abraham Angulo Cázares
Aquiles Drenhet Hernández Márquez
Andrés Alonso García Duarte
Andrea Nicole Figueroa
Ana Paula Acosta Jiménez
Adriana Aragón Valenzuela
2 comentarios:
A lo mejor lo único que se pueda hacer (ya que no somos quienes imparten la justicia) sea protestar de la manera que lo están haciendo ustedes, dando a conocer los hechos, presentando las fotos (porque a veces las estadísticas son frias) y reclamando sin descanso.
Ojala esto no pasara jamás en ningún sitio. Un abrazo a todos.
Esa es la única esperanza, Miyita, que la denuncia y la protesta ciudadana obliguen una atención decidida de la justicia. Esperemos que nunca vuelva a pasar algo así. Un abrazo
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