jueves, 1 de abril de 2010

RECULANDO, QUE ES GERUNDIO


La violencia en México es asunto de percepción, dice El Presidente, y lanza su propio urbi et orbi pidiendo que no se exagere el tema, al fin y al cabo hay varias otras ciudades y países donde la violencia es mayor, o al menos él percibe que así es. Esta ridícula postura es en realidad la versión Los Pinos de lo dicho por el Presidente de la Concanaco-Servytur: "..la difusión de la violencia ocurrida en el país perjudica a las inversiones y es aprovechada por otros países para recomendar a sus ciudadanos no viajar a México". Para mí que lo que alienta las inversiones es la confianza del inversionista en las instituciones relacionadas con la seguridad de su ganancia. Pero entre percepciones y realidades la crueldad de los asesinos civiles organizados y su dominio sobre el territorio se asienta con rudeza y sin pausa. Por eso los gringos, desdeñando los ruegos de Felipe El Breve, de cerrar los ojos a la realidad, vinieron a imponer su punto de vista y hacia allá se mueven ahora las cosas.

Los acontecimientos del primer trimestre de este año aceleraron en el gobierno gabacho la certidumbre de que en México no había mando alguno que no portara metralleta. A Calderón ya le habían señalado su fallida misión como estadista -en el remoto caso que se la hubiera imaginado, puesto que el Estado era fallido. Felipillo dijo que era una mala percepción.

El 31 de enero un grupo armado irrumpió en una fiesta quinceañera en un domicilio particular en Cd. Juárez, Chihuahua, y acribilló a 15 jovencitos a mansalva y a quemarropa. Firme en eliminar percepciones erróneas El Presidente sentenció que había sido una pelea entre pandillas. Cuánto le está costando al señor éste esa visión burocrática de lo sucedido. El 12 de febrero, casi mes y medio después de la masacre, tuvo que ir a Cd. Juárez, a presentar una "estrategia integral" contra la violencia del crimen organizado. Lo único que los juarenses le pidieron fue la retirada del ejército a sus cuarteles porque su presencia en las calles causaba temor y agudizaba las acciones criminales. También le dijeron, con todas sus letras, que era persona non grata en la ciudad. El Breve respondió con ese énfasis tan propio del autoritarismo iluminado: “Ejército no se retira de Ciudad Juárez; seguirá realizando apoyo subsidiario” y de paso pidió pruebas de los abusos de los militares denunciados por la población juarense. Seguidamiente los gringos anunciaron la presencia de agentes del FBI, de la DEA y del propio ejército imperial se instalarían en Cd. Juárez y sus contrapartes mexicanos los desmintieron en automático y sin que alguien les creyera algo.

El sábado 13 de marzo, por la tarde se presentó el Incidente Juárez. Tres personas que laboraban en el Consulado gringo en Cd. Juárez, dos de ellas de nacionalidad norteamericana, resultaron muertas en un evento que ni el FBI ha podido esclarecer. Los gringos salían de una fiesta y se encontraron con un vehículo que los persiguió, alcanzó y dio muerte (se salvó una bebé que dormía en un asiento trasero). Aunque jamás sepamos quién y por qué mató a los gringos, el hecho vino bien a las percepciones de su gobierno: en México están peor que con Benito Juárez, y ahora buscan quién se las pague aunque no les debamos nada. Obama se declaró "indignado".

El 16 de marzo, Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Interior de los Estados Unidos, hizo jiras los sueños de El Presidente de vivir en el paraíso militar por los siglos de los siglos, fustigando a El Chapo: "La presidencia de Felipe Calderón ha estado profundamente involucrada en los esfuerzos por contener la ola de violencia en Ciudad Juárez, decidiendo incluso el envío de efectivos militares. Pero esto no ha ayudado en nada". Otra necedad de los defectos perceptuales, a decir de Calderón, quien mandó a Gómez Mont a declarar que la Napolitano había dicho cosas "reprobables, no aceptables y falsas".

El 18 y 19 de marzo, en un movimiento cabalmente organizado, un grupo de encapuchados de alguna de los tantísmas organizaciones criminales, cercó geográficamente la ciudad de Monterrey, N.L. Camiones, tráilers, contenedores y vehículos de todo tipo taparon las salidas de la ciudad, ahorcándola. Los organizados se enfrentaron -inevitablemente- con efectivos del Ejercito Mexicano. La trifulca envuelta en balazos llegó hasta las instalaciones del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, donde perdieron la vida dos personas inicialmente reportados como delincuentes cuando en realidad eran alumnos de excelencia en estudios de posgrado. Cuando El Presidente percibió que, igual que en Juárez, los soldados mexicanos no habían matado delincuentes sino esperanzas del país, envió carta de condolencia. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, Presidente Factual de México, ¿Cuántas cartas de condolencía habrías de enviar? Quizá no te alcance la vida para concluirlas.

El pasado 28 de marzo fueron muertos 10 jovencitos, entre 13 y 21 años, fueron muertos por el estallido de una granada de fragmentación, en el municipio de Pueblo Nuevo, Dgo., por integrantes de pandillas que nadie conoce, la policía ha brindado tres versiones de lo sucedido en 72 horas. El mismo día, en Chihuahua, una mujer y cuatro hombres fueron puestos en fila y fusilados junto a una brecha del poblado Placitas, en el valle de Juárez, entre los municipios de Guadalupe Distrito Bravos y Praxedis G. Guerrero. En la ejecución se dispararon más de 100 balazos. Todo ello en un ambiente de mala percepción, prácticamente de un mito rural.

No he tenido ánimo para ver los muertos de ayer y hoy. Lo que sí he observado es que la pequeñez de Felipe Calderón es directamente proporcional a la dimensión de la intromisión de los estadounidenses en México.

La primera trinchera que han abierto públicamente es el ataque al petróleo nacional. Obama lo declaró completo: "El gobierno planea abrir una amplia franja en la zona oriental del Golfo de México..". Los del gabinetito de El Presidente quieren dar lo decidido para ser digerido. Juan José Suárez Coppel, refiriéndose a Pemex, "insistió en la necesidad de flexibilizar la estructura de la paraestatal para convertirla en una empresa como Cemex, Televisa, Telmex o Grupo Modelo, y de esta manera hacerla más eficiente y 'rentable' para los mexicanos". Un modelo privatizador ramplón, que el movimiento de izquierda logró desactivar en 2008 pero que ahora, con el apoyo directo de la Casa Blanca resurgirá sin duda en las filas más conservadoras de la presunta clase política. Los güeros van sobre el petróleo sin miramientos y la torpeza y mediocridad del gobierno mexicano lo pone en bandeja de plata.

Pero el asunto más trascendente en política interna es la decisión de El Chapo Calderón de retirar de la calle al ejército en Cd. Juárez, donde se ha dicho se lleva a cabo el plan piloto de la "estrategia integral" contra el narcotráfico. Si esto último fuera cierto (imposible creer algo a este gobierno) lo hecho valdría para el resto del país. A partir de este día el Ejército Mexicano regresará de manera paulatina a sus cuarteles en Ciudad Juárez y delegará la responsabilidad de la seguridad pública a la Policía Federal (PF). Hubo de venir la Hillary con toda la corte militar estadounidense para que el poder ejecutivo de México tomara una decisión que el pueblo entero le ha pedido.

Los mexicanos ya no seremos culpados de traición por pedir la vuelta del ejército a sus cuarteles; desaparecerá el falso dilema inventado por el falso presidente: o estás con la guerra militar al narco o estás a favor del narco. De ahora en adelante nuestros dilemas cambiarán, ¿estás con la DEA o con el Cisen?

A veces quisiera pensar que vamos por menos.

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