Los mexicanos no olvidamos que el 2 de octubre de 1968 el gobierno federal encabezado por Gustavo Díaz Ordaz ordenó la masacre de más de 300 estudiantes universitarios que se encontraban en un mítin pacífico en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, pidiendo libertad de expresión, libertad a los presos políticos, destitución de jefes castrenses y policiales, derogación del delito de disolución social y freno a la represión armada. Hubo más de 700 heridos y 5 mil estudiantes detenidos. El gobierno utilizó contra los estudiantes reunidos 8 mil soldados y 300 vehículos artillados. Los autores del asesinato nunca fueron juzgados.Tampoco olvidamos que el actual gobierno lleva 14 mil muertos en una batalla, por demás perdida, contra el narcotráfico y que los atropellos militares contra civiles toman ya forma cotidiana y que El Presidente suplica por más atribuciones a las agrupaciones policiales y vive en un estado de autismo político que nos acerca a las grandes tragedias, como la de 1968.
Dos de octubre, no se olvida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario