miércoles, 19 de agosto de 2009

DE POLLOS


A veces recuerdo los tiempos en que mi tía Adelina mataba pollos en El Gorguz para el caldo de mediodía. Los tomaba de la cabeza y les daba vueltas como si fueran matraca y los echaba al suelo desnucados a caminar como borrachos, sin más rumbo que la muerte. A veces empato esa imagen del pollo turulato con los planes y dichos de los que cobran como gobernantes de nuestro país y veo como arriman todo hacia un desastre total (y conste que no soy catastrofista como fue calificado el magnate Carlos Slim por insinuar que en 2009 la economía decrecería). Y cómo no hacerlo si la sociedad mexicana padece con mucho dolor la incapacidad y la desidia increíbles de esta camarilla impune.

La economía, base del arreglo social fundamental entendida como economía política, está en coma desde hace meses. El boquete que mencionó hace unos días el gordito Carstens es sólo otra de sus definiciones a medias sobre la situación económica del país. Él sólo se refiere al boquete presupuestal y evita abordar la economía, acaso porque esa es tarea del Secretario correspondiente, Gerardo Ruiz Mateos, uno de los funcionarios más torpes e inútiles de los que rodean a Calderón. Será el sereno pero tenemos enfrente un abismo que ya nadie omite mencionar.

El tema sale ya de las columnas periodísticas y de los artículos de fondo y de los blogs. Ya es conocido por todos que el decremento del PIB rondará el 10 % en este año y que por más conjuros y prestidigitaciones de El Presidente la recuperación no llegará ni en 2010. Que las consecuencias inmediatas de tal desplome de la actividad productiva son el alarmante desempleo que suma ya a 700 mil compatriotas. Ya nadie escucha y menos cree que los frecuentes viajes de FCH traen inversión privada, es sabido que ésta ha decrecido 35% del año pasado a estas fechas. De la inversión pública ni hablar, está cancelada hasta nuevo aviso, nada de la refinería itinerante, nada de Punta Colonet, nada de las medidas anticíclicas que tanto interés despertaron en algunos ingenuos.

Calderón anda como pollo desnucado, vociferando sandeces, recorriendo el mundo con el ridículo en el portafolios. Va a Colombia con su amiguito Uribe a que le sonrían y le acaricien el ego –enorme como el de cualquier enano. Va a Ecuador a morirse de risa y cantar El Rey como si la patria estuviera feliz. Sigue a Brasil a contrastar un gobierno fuerte, emprendedor y exitoso como el de Lula, a exhibir el lastre de su credo político religioso, el libre comercio. En el país se dedica a inaugurar cuanta obra privada se presente, lo inviten o no y en cada presentación se refiere con egoísmo y soberbia a los males que nos atribulan, incrementando el grado de aprensión de la sociedad que ve con incredulidad que El Presidente ya no está en sus cabales, como si en algún momento lo hubiera estado.

La sociedad padece tanta infamia. La secuela del desempleo será sin duda el incremento de la violencia desatada por El Chapo Calderón 45 días después que asaltó militarmente el poder en el recinto legislativo. La inutilidad, o más bien la ausencia, de la política social y económica retrasan el anhelo siempre postergado de vivir en un país enrumbado hacia una etapa de mayor crecimiento y desarrollo. Un país que dé cabida a las aspiraciones legítimas de nuestro pueblo. En cambio, descendemos a brincos escalones internacionales en competitividad, educación, ciencia, seguridad, democracia. Y es que Calderón jamás ha ejercido como titular del Ejecutivo, no se ha planteado nunca ser jefe de gobierno y menos de Estado. Cruza por el sexenio vendiendo lo que puede porque se considera gerente de México, S.A. Por eso no hay gabinete sino círculo de amigos, no hay proyecto de país sino hoja de ruta comercial.

La crisis económica se ha manejado como crisis de caja, siempre buscando equilibrar finanzas aunque el acceso al bienestar sea el más desequilibrado e inequitativo imaginable. Ahora está a la vista el indecible engaño con el que Calderón quiso convencernos de vender Pemex, nunca se ha propuesto reestructurar la mayor paraestatal, eso no es negocio. Jamás abordará el tema fiscal con la mira puesta en una estructura tributaria que grave más al que más tiene, no es su preocupación y menos su ocupación redistribuir el ingreso, eso que lo haga la sociedad, claro su segmento más pobre porque los ricos tampoco comen lumbre. Ni soñar con ese presupuesto moderadamente deficitario para el próximo año, son ocurrencias de Carstens, el equilibrio financiero es el orden divino, del Banco Mundial, claro. Como lo anotó con agudeza Rogelio Ramírez de la O, un gobierno no puede pedir prestado y al mismo tiempo tener déficit, sencillito. Para El Presidente la mano invisible de Adam Smith es la mano de Dios y traidor el que diga lo contrario.

Los legisladores entrantes tienen muchas tareas, yo destacaría dos esenciales: abandonar el rescate bancario y redireccionar esos recursos al rescate de los 50 millones de pobres; y retirar al ejército de las calles para dar un respiro al ambiente de degradación social. El IPAB es un tema tabú, impensable para muchos, más si en Los Pinos se encuentra el principal defensor de los derechos bancarios y el general de cinco estrellas que comanda la fratricida guerra que padecemos.

Saquemos entonces otra propuesta: revocación del mandato a quien se resiste a cumplirlo.

Salud y buena suerte.

No hay comentarios: