domingo, 26 de abril de 2009

INFLUENZA PORCINA


Faltaba que nos meara un perro, pero no, nos meó un chochi. El país está frente a la amenaza de salud más grande que haya tenido, quizá desde la Revolución Mexicana. Un virus de influenza porcina, de conformación y origen desconocidos, para cuya cura y prevención se desconoce todo, absolutamente todo, ha cobrado, según las autodenominadas autoridades (incluído El Presidente) cerca de 90 vidas ha cobrado la epidemia. Ayer eran 81, mañana no sabemos. La Organización Mundial de la Salud dirige su mirada principalmente hacia México y los Estados Unidos, países donde existe la mayor cantidad de contagios y muertes confirmados, aunque en España hay reportes de presuntos afectados. Las medidas de protección son las elementales para cualquier enfermedad de vías respiratorias, con la diferencia que una persona contagiada por influenza porcina puede morir en menos de una semana si no es atendida: cubrebocas, evitar contacto físico con cualquier otra persona fuera de casa, evitar estar presente en eventos públicos y aglomeraciones (cines, teatro, iglesias, estadios), acudir de inmediato a un centro médico ante cualquier síntoma gripal, evitar salir de casa salvo necesidad mayor, lavarse las manos recurrentemente y todas las acciones que procuren entrar en contacto con este nuevo virus. La alerta está en fase tres de seis posibles, el gobierno capitalino está a punto de cerrar el transporte público (imaginemos nada más un viaje en el metro) y las universidades y escuelas públicas y privadas estáran cerradas hasta el próximo seis de mayo en el DF, Estado de México y San Luis Potosí.

No deseo abundar sobre lo dicho por las autollamadas autoridades porque es hacer bilis sin necesidad, ahorita mismo está El Chapo Calderón diciendo barbaridades en televisión nacional sobre cifras que desconoce y acciones que jamás tomará, es simplemente criminal que hasta el miércoles pasado haya habido en el país más de 60 muertes por la epidemia y no se nos haya dicho media palabra. (La mula no era arisca, la hicieron) y ayer cuatro secretarios de Estado: Salud, Trabajo, Economía y Educación se dedicaron a sonsonetear lo que El Gorguz comenta hoy, sin dato alguno que ayude a los ciudadanos a enfrentar la crisis sanitaria de manera segura. Anunciaron 6 mil millones de pesos para atender los brotes de influenza sin saber que sucederá el día de mañana, dijeron que los controles establecidos impedirán que la epidemia se vuelva pandemia y así, la misma política informativa que usaron en la crisis económica, teníamos un catarrito que resultó neumonía; ahora tenemos una epidemia de influenza que puede afectar a uno de cada tres mexicanos. No sobra decir que el clero se abstuvo de ordenar el cierre de las iglesias y las misas siguen dictándose (sea por Dios pensarán), y hoy domingo es materialmente imposible conseguir un cubrebocas en farmacia alguna.

Era mejor que nos meara el perro.

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