martes, 11 de noviembre de 2008

HOMILÍA INTERNACIONAL


Después de los responsos del Campo Marte y la misa en el cónclave del PAN, como si llevara las alforjas colmadas de logros El Presidente toma rumbo a tierras extranjeras, ahora a Washington, a ponerles la plana a sus mayores en los temas económicos mundiales. Anunció hoy que: "tenemos y lo haré (sic) en la cumbre del G-20 que se realizará este fin de semana en la ciudad de Washington la necesidad de revisar y fortalecer los mecanismos de supervisión y las reglas, reglas claras que eviten que en el futuro puedan repetirse eventos tan funestos como los que llevaron al colapso del sistema financiero hasta ahora conocido". Ningún asunto menor pues. Cualquiera diría que va a Jerusalén a patear el pesebre.

Pensará el chapito, panzoncito y de lentes, como lo definió Manuel Espino, que los problemas que nos agobian nos llegan de lejos y hay que ir a la fuente del mal a resolverlos (suponiendo que esté pensando en algo). Pero la canija verdad es otra. Las cuentas claras y las reglas del juego financiero son ignoradas en México a la luz de todo mundo, sin embargo seguimos siendo soberanos para recomponerlos aquí mismo. Antes que analizar y culpar a los banqueros gringos, El Presidente debería encarcelar a Francisco Gil Díaz, el autor directo del asalto al erario por 35 mil millones de pesos al vender a Banamex en el piso de remates de la Bolsa a tasa cero de impuestos. Podría así mismo ordenar una auditoría al IPAB y disminuir la sangría diaria a las finanzas nacionales de recursos multimillonarios que año con año, mes con mes, van a parar a los bolsillos de los banqueros beneficiados con este megafraude que nos heredó Zedillo. Al mismo tiempo sería deseable regular el chorro de dólares que Condorito regala a las mayores especuladoras del país dizque para detener la depreciación del peso frente al dólar, que sigue en picada desatendiendo al mercado, o controlar la rebatinga de los 30 mil millones de Nafin y Bancomext. Ni qué decir de las regulaciones que impidan el blanqueo del dinero malhabido, todo México sabe que cerrando el paso al dinero del narco el negocio sí se viene abajo en verdad, pero los banqueros son hijos predilectos de El Presidente. Vaya, con que se pusiera orden en los cobros crecientes con que los bancos agobian al usuario muchos mexicanos lo agradeceríamos. Pero no, mejor lucrar con la crisis que no podemos atender, es más redituable para el 2009 que mejorar la vida de los que menos tienen.

Ya en el paroxismo del extravío, Calderón adelanta que: "México llevará una propuesta que permita no sólo hacer frente a la coyuntura sino reconstruir el entramado de las instituciones financieras mundiales y ver la perspectiva de futuro de la economía mundial con nuevos acentos.” Bárbaro. Hemos pasado en tan solo unos días de la magnífica ignorancia financiera que nos llevó al diagnóstico del “catarrito” a ser los verdaderos Dr. House en asuntos de institucionalidad internacional. Según estas noticias estamos por impulsar un acuerdo de los alcances de Bretton Woods y así rehacer el Banco Mundial, acordar una nueva moneda divisa y de paso darle una trapeadita al FMI. Si se descuidan, desde nuestra lamentable posición de miembro fugaz del Consejo de Seguridad, Calderón podría refundar la ONU. La sospecha más fundada es que en realidad este chistoso señor sólo va por el dinero que le ofrecieron quienes pretende acusar.

"No se trata de destruir el mercado –continúa con sabiduría insondable El Ejecutivo- sino se trata de entender que si se requiere tener economías sólidas en crecimiento y con equidad, un verdadero desarrollo humano sustentable, es fundamental que entendamos que el mercado se necesita pero que no resuelve todo, que es condición necesaria pero no suficiente, se requiere la acción rectora y rectificadora del estado". ¡Caramba! Mismísima filosofía florida que se aplica en México. Un estado promotor de un crecimiento tan alto como el 1.5 % que tendremos el año entrante, con desarrollo tan, pero tan equitativo que contamos con los hombres más ricos del mundo y los más pobres también, y tan, pero tan sustentable como el proyecto de Cabo Pulmo o el de Tulum. Un desarrollo humano que nos ha llevado a bajar, pian pianito, todos los escalones de la productividad económica y de los niveles educativos. Un Estado enérgicamente rector de la privatización, con un arraigo popular mayor que el de El Chapulín Colorado, con una clarísima política de entrega de los recursos naturales al mejor postor. Un Estado tan sólido como el pavimento de la Ferrocarril de Cuernavaca, un Estado tan rectificador como los encarcelados de Atenco, las guerritas contra el narco, la designación de funcionarios al servicio de los intereses más oscuros del país (ver Gobernación, SSP y PGR), el conflicto con los maestros y el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Nada más ejemplificante para el mundo, qué va.

Las realidades distan del pensamiento clerical de Calderón. El escenario en Washington está puesto para que China, Rusia, Brasil, India se alcen con la victoria de la realineación internacional, dadas las incalculables torpezas del gobierno de Bush y la inteligencia geoestratégica de los gobernantes de estos países.

Esperemos que el duelo de Calderón sea menos tortuoso de lo que está resultando.
.

No hay comentarios: